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Liga Adelante | Betis

Conmoción por la muerte de uno de los administradores judiciales

Gómez Porrúa debía decidir el próximo Consejo

<b>ADIÓS. </b>Rafael Gordillo acudió al Tanatorio y mostró su pesar por la muerte de Gómez Porrúa.
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El beticismo se levantó ayer con una alegría inmensa por la trayectoria que lleva su equipo esta temporada, con un Betis líder y de récord, directo hacia Primera División, pero de pronto toda esa inmensa alegría quedó en el olvido tras conocerse el fallecimiento de Juan Manuel Gómez Porrúa, uno de los tres administradores judiciales que había sido designado por el Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla para hacerse cargo de las acciones que pertenecen a Farusa, empresa propiedad del ex dirigente del Betis Manuel Ruiz de Lopera (el 51% del total de acciones de la entidad verdiblanca).

Gómez Porrúa, de 49 años, amaneció muerto en su cama y posteriormente fue trasladado al instituto anatómico forense de Sevilla para practicarle la autopsia. Junto al auditor Luis Carlos Ruiz de Huidobro y al ex futbolista Rafael Gordillo, Porrúa debía decidir la composición del futuro Consejo de Administración del Betis tras la junta de accionistas convocada por el Juzgado de lo Mercantil para el 14 de diciembre. Visiblemente afectado por la muerte de su compañero, Gordillo declinó hacer una valoración en profundidad del alcance que este hecho puede tener en el futuro más inmediato del Betis: "Ahora mismo no voy a hacer declaraciones. No tengo ganas de nada. Simplemente, habrá que ir a enterrarlo y ya está. Seguiremos adelante".

El propio club se sumó, a través de un comunicado, "a las muestras de dolor" por el fallecimiento de Gómez Porrúa. El Betis, pese a que su Consejo podría ser sustituido en la junta de accionistas al tener mayoría en esta decisión los administradores judiciales, quiso enviar "un mensaje de condolencia a la familia de don Juan Manuel Gómez Porrúa" y calificó la muerte como "irreparable pérdida".

Este abogado, simpatizante del Betis, estaba trabajando en la labor encomendada por la jueza Mercedes Alaya y había sido nombrado portavoz por su compañeros, gracias a sus amplios conocimientos en materia judicial y su facilidad de palabra ante los medios.