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Liga Adelante | Betis - Rayo Vallecano

Emaná se apunta a todo

El camerunés no rota y amenaza al Rayo. Mel, ante sus ex.

Emaná se apunta a todo

Aterriza el Rayo en Heliópolis en buena forma y con la mirada puesta en el ascenso a Primera. Ya lleva varios años al acecho, pero al final nunca acaba de autoconvencerse de que el sueño es posible. Otra vez ha iniciado la Liga haciendo honor a su nombre aunque sus buenos números no le valen para líderar la tabla. Ahí está por méritos propios el Betis, el verdadero coloso de Segunda, con un ataque eléctrico y temible. La pareja Rubén Castro-Emaná (Jorge Molina comenzará en el banquillo) asusta a cualquiera, por calidad y por números. El primero no perdona y el segundo provoca pánico. Porque Emaná, que lo juega todo, no es uno más en esta categoría. Si aparece como en el Helmántico, el rival no tiene nada que hacer. Es el líder de este Betis líder, que va a por el récord de puntuación en el siglo XXI: los 24 puntos del Málaga tras diez jornadas en la 2007-08. El Betis sumaría 25.

Mel, que se lo sabe todo de su Betis, también cursó un doctorado en el banquillo del Rayo, otro club diferente. Hoy le tendrá enfrente por primera vez desde su salida, en un partido más que especial para el madrileño. Quizás se le pongan los vellos de punta cuando regrese a Vallecas, pero en Heliópolis también le quieren. Esta temporada sólo saben ganar (en la Liga) y apenas aparece ese canguelo de tiempos pasados. Incluso se ha acostumbrado a remontar partidos. Pero Mel no quiere distracciones, porque el Rayo es un oponente fuerte y aprieta. Una mezcla de veteranía y juventud que pinta muy bien, sobre todo si sus delanteros rememoran el acierto que tuvo como rayista el ahora bético Rubén Castro. De momento, Delibasic y Aganzo tienen el punto de mira desviado, pero amenazan con recuperarlo.

También cumplirá un papel fundamental para dos equipos con jugones el césped, o no césped, del estadio sin letrero. El verde del Benito Villamarín o Manuel Ruiz de Lopera sólo se ve ya en las camisetas de los jugadores y en los aficionados. La hierba es ahora tierra. Y con agua, mucho peor. Mel ha dado un curso intensivo de cómo jugar en el Sáhara, pero el Rayo tampoco se beneficia. Ni Emaná, al que en el fondo le da igual si hay o no césped, llueve o hace sol. Es el líder de este Betis líder, con permiso del Rayo.