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Liga BBVA | HÉRCULES 1 - REAL MADRID 3

El Madrid agota al Hércules

Comenzó despistado el Real Madrid, al que sorprendió de inicio un buen Hércules, que acabó desfondado. Trezeguet marcó primero y respondieron Di María y Cristiano, que hizo doblete.

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<b>DOBLETE.</b> Cristiano logró dos nuevos tantos y ya lleva once en la Liga.
DOBLETE. Cristiano logró dos nuevos tantos y ya lleva once en la Liga.REUTERS

El Real Madrid viajaba lanzado por la Liga y cerca estuvo de salirse en una curva que estaba señalada como peligrosa y que el equipo de José Mourinho no empezó a trazar con destreza. Enderezó el rumbo en la segunda parte y terminó derrotando al Hércules por calidad y por presencia física. Agotó hasta derribarle a un rival que estuvo brillante en el primer tiempo, pero al que el encuentro se le hizo demasiado largo y acabó desfondado. El Madrid se crece cuando a los demás les falta el aire y es éste un dato que no conviene pasar por alto. Cuando al Hércules se le apagaron las luces surgió la calidad de Marcelo, Benzema y Cristiano para fabricar dos goles en los últimos diez minutos. El doblete del portugués y el tanto anterior de Di María compensaron el gol inicial de Trezeguet. El Madrid, que se mantiene líder, superó un nuevo desafío y ya sabemos lo que antes intuíamos, que es capaz de remontar un marcador adverso.

Esteban y Mourinho convirtieron el duelo en una partida de ajedrez en la que el estratega portugués estuvo brillantísimo. Movió sus peones con destreza hasta llevar el choque a su territorio. A falta de un cuarto de hora, y en una jugada que será considerada maestra porque tuvo éxito, decidió retirar a un central, Pepe, para dar entrada a un delantero, Benzema. Khedira se retrasó hasta el centro de la zaga en una maniobra que deshizo en cuanto tuvo el marcador a favor. Fue entonces el momento de que de Özil, inadvertido, e Higuaín, desacertado, cedieran su sitio a Albiol y Arbeloa. Dicen que quien no arriesga no gana y Mourinho supo elegir cuándo hacerlo. No era Alicante un buen lugar para naufragar.

Por primera vez en toda la temporada, el Madrid defendió mal. Los errores en la zaga, con Pepe y Sergio Ramos especialmente desafortunados, condicionaron al equipo y le obligaron a remar río arriba toda la noche. Cada ataque del Hércules en el primer tiempo levantó a Mourinho del banquillo, y no para aplaudir la lucidez del rival, que bien pudiera haberlo hecho, sino para corregir los continuos desajustes defensivos de su defensa. La línea más sólida del conjunto no respondió y el castillo estuvo a punto de venirse abajo. Las penurias defensivas del Madrid pueden resumirse en el hecho de que Casillas volvió a ser uno de los mejores del equipo. Hacía tiempo que no le hacían trabajar tanto.

Apenas se habían consumido tres minutos de partido y el Hércules ya miraba por encima del hombro al Madrid. Un excelente pase de Cortés fue cabeceado de forma magistral por Trezeguet, que aprovechó la pasividad de Pepe, en lo que fue el primero de su colección de fallos. Un gol precioso, que puso al Madrid en una situación tan novedosa como incómoda. Por primera vez en todo el curso se vio con el marcador en contra, pero encaró la situación con la entereza de quien confía en sí mismo. Nunca perdió la cara al choque, llevó la iniciativa y tuvo el balón. Se lo cedió el Hércules en una maniobra no tan arriesgada como podría parecer, porque le dio la pelota, pero le negó esos espacios que hacen tan feliz al Madrid.

El Hércules comenzó con una enorme intensidad y llevó la presión muy arriba, lo que si sale bien convierte a su entrenador en un genio de la estrategia, pero si sale mal, su equipo queda convertido en un juguete en los pies del rival. Formó Esteban dos líneas de cuatro en la zaga y en el centro del campo, que se juntaron y movieron a la perfección para ahogar al Madrid en su zonda de creación. Trabajo se llama eso.

No es el Hércules un equipo para tomarse a broma. Tiene un buen entrenador, es un conjunto bien trabajado y, pese al riesgo de que nos llamen exagerados, podemos asegurar sin ruborizarnos que cuenta con una de las mejores parejas de ataque de toda la Liga. Trezeguet y Valdez forman una delantera de equipo importante.

Cristiano, con su natural querencia al individualismo del que se había desprendido en sus últimas actuaciones, dirigió las operaciones ofensivas del Madrid en la primera parte. Suyas fueron las aproximaciones más peligrosas, bien secundado por Xabi Alonso, al que le faltó ajustar el punto de mira a sus potentes disparos. Y cuando los tiros encontraron portería, ahí estuvo Calatayud para desviarlos. Magnífica fue esa doble parada a un latigazo de Cristiano y al posterior remate de Higuaín. Sin tiempo para saborear tan brillante acción, Casillas surgió para lucirse de nuevo, esta vez ante Trezeguet.

Se consumió la primera parte con el Madrid buscando el gol y el Hércules, aún fresco, resistiendo sin problemas. Pero el panorama cambió en el segundo tiempo, cuando los hombres de Mourinho mostraron la movilidad que no tuvieron de inicio. El Hércules empezó a sufrir y a tomar conciencia de que el empate del Madrid ya sólo era cuestión de tiempo. Y llegó pronto, a los siete minutos cuando surgió Di María para aprovechar un rechace de Calatayud a tiro de Cristiano. Falló el portero en el despeje y ahí comenzó a cocinarse el triunfo del Madrid.

Superado físicamente por el rival, Esteban reforzó el centro del campo con Rufete, sustituto del agotado Trezeguet, pero la maniobra apenas entorpeció a un Madrid que ya caminaba decidido a por la victoria. Llegó la maniobra táctica ya apunta de Mourinho y sus hombres terminaron de desequilibrar el choque en los últimos diez minutos, con dos goles de Cristiano. El primero nació en un excelente acción por la izquierda de Marcelo, que combinó con Benzema y culminó Cristiano, que aprovechó el rechace de Calatayud a tiro del francés.

Más cerca aún del cierre llegó el segundo del portugués y tercero del Madrid. De nuevo apareció Benzema, que había recibido de Di María, y su pase lo remató con cierta fortuna Cristiano, que firmó su undécimo gol en nueve jornadas. Nada más que decir.