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Liga BBVA | Real Zaragoza

Braulio: de desterrado a titular indiscutible

Desde que llegó en 2008, Braulio colecciona obstáculos. Compitió con Oliveira y Ewerthon, se lesionó gravemente, llegaron Colunga y Suazo, debió salir cedido... Este verano no contaba, pero la lesión de Uche evitó su marcha. Tras jugar 13 minutos en los cinco primeros partidos, es fijo.

Jorge Solans
<b>FELIZ. </b>Braulio, sonriente ayer en el entrenamiento en El Saler, junto a Lafita, su pareja de ataque.
alberto iranzo

Durante el hundimiento del Zaragoza, un hombre ha emergido inesperadamente. Por su leve aportación desde que firmó hace más de dos años y por su decisiva posición en el campo. Braulio se ha rebelado en silencio contra su marginación deportiva, avalado por su trabajo y favorecido por el pésimo juego de los delanteros del equipo: Sinama-Pongolle y Marco Pérez. Tras su cesión al Recreativo en enero, tras no contar al principio del verano (la lesión de Uche abortó el deseo del club de buscarle destino) y tras jugar sólo 13 minutos en las cinco primeras jornadas de Liga, Braulio se ha convertido ahora en la referencia ofensiva del Zaragoza.

Su rol ha cambiado drásticamente de residual a decisivo desde que saliera tras el descanso contra el Sporting y ayudara a levantar un 0-2 en inferioridad numérica. Luego, se estrenó como titular en San Mamés (gol incluido) y ha repetido ante Barça y Betis (forzando el penalti de la victoria), siendo sustituido sólo en la Copa, con el partido ya agonizando. Mañana, en Mestalla, Gay insistirá con Braulio como '9', no hay dudas. El desterrado, catalogado como cuarto delantero en julio, se ha convertido en titular indiscutible.

Rivales.

Con Marco Pérez enemistado con la pelota y Sinama (ahora lesionado) sólo desbloqueado en sus dos golazos al Sporting, Braulio ha ganado el puesto sin estridencias. Si hubo estruendo, lo generaron los errores de sus compañeros. Frente a ese panorama y frente al poderoso físico del colombiano y del francés, Braulio ofrece virtudes menos sonoras pero muy útiles para las dificultades ofensivas del Zaragoza. Su capacidad para el desmarque y la combinación le avala. Tras competir con Oliveira y Ewerthon, tras una grave lesión, tras ser desterrado por la llegada de Colunga y Suazo... tras muchas frustraciones, Braulio sonríe.