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Copa del Rey | Real Unión 0 - Sevilla 4

A lo campeón en Irún

El Sevilla empieza la defensa del título con goleada

<b>CONTUNDENTE. </b>El Sevilla se dio un festín en el campo del Real Unión que deja sentenciada la eliminatoria.
CONTUNDENTE. El Sevilla se dio un festín en el campo del Real Unión que deja sentenciada la eliminatoria.PACO RODRIGUEZ

El Sevilla honró su condición de campeón con un debut arrollador en Irún. El rival no recordó en nada a aquella pandilla de héroes que tumbaron al Real Madrid hace dos años, pero eso no es culpa del Sevilla de Manzano, que se tomó el partido con extraordinaria seriedad. Como debe ser. Sin sus jugadores-bandera, Navas, Kanouté y Luis Fabiano, pero con una actitud sobria, el Sevilla consiguió que el partido no tuviese historia. Lo hizo, entre otras cosas, porque futbolistas como Negredo dieron ejemplo. Porque en noches así también se puede ganar prestigio. Negredo se olvidó de su suplencia ante el Athletic y de que en la última semana le haya tocado partirse la cara en Ucrania e Irún. Partidos pestosos y menos agradables. A la degradación, Negredo respondió cocinándose el partido. Puede decirse que hasta casi el final el vallecano hizo todo lo que pasó en el partido. El 0-1 después de un excelente control y una definición afortunada pero rápida. Y el 0-2 con una volea a bote pronto espectacular en una jugada de estrategia del laboratorio de Manzano. La pizarra, que ya funcionó en Lviv, volvió a darle réditos anoche al Sevilla. A mitad de camino, Negredo también había provocado el penalti y la expulsión de Yuri. Pero mandó al limbo el hat-trick. Negredo se marchó en el minuto 80 entre aplausos. Su actitud, que el año pasado estuvo alguna vez en entredicho, resultó ejemplar.

El hombre del partido fue Negredo pero el Sevilla ofreció más pistas de su recuperación. Con un equipo que no se parece nada al ideal, demostró tener una idea. Hacía tiempo que no se veía al Sevilla con un plan. El Real Unión de Cervera, una sombra del que construyó el ingenieron Alonso de momento, no es el mejor banco de pruebas. Pero al Sevilla se le ve coordinación, balance defensivo y esfuerzos por ser protagonista. Con Romaric y Renato de descanso, Manzano le dio la camiseta de titular a Cigarini, el regista. Sin exigencia, el italiano demostró su clase y apoyado en el escudo de Zokora campó a sus anchas en el medio. Fue incluso una buena noche para intentar la rehabilitación de Acosta, voluntarioso y sin fortuna, y para poner en el escaparate a José Carlos y Alfaro. El primero es un torrente de fútbol. Si el Sevilla optimiza su creatividad y la mezcla con cierto orden táctico, ganará mucho. Alfaro tampoco defraudó. Tiene presencia y gol aunque todavía le falta un pelín de pausa.

Los números de Manzano, entrenador copero que ha caído en un club con seis títulos en ese formato, ya hablan a su favor. Ha ganado cinco de sus seis partidos, tres de ellos lejos de Nervión, donde el Sevilla empezaba a parecer una absoluta mediocridad. Sin lanzar las campanas al vuelo, esto sí parece un campeón.