Anoeta tumba a Lotina

La Real Sociedad ha hecho un fortín de Anoeta y el Depor fue su nueva víctima. Los de Lasarte acumulan ya tres victorias en un territorio en el que sólo el Real Madrid ha logrado puntuar, y ese es el mejor atajo a la permanencia primero, y luego... La de ayer fue, posiblemente, la victoria más cómoda de la temporada ante un Deportivo sin pegada ni alma en un triste regreso de Lotina a la que fue su casa. La situación del técnico, lo mismo que la del Depor, se aproxima al abismo jornada a jornada si no reacciona ya.

Y eso que el respeto marcó el arranque del partido, aunque pronto la Real Sociedad comprendió que al Depor se lo tenía más por el nombre que por el presente. Sin forzar la máquina, los pupilos de Lasarte se hicieron con el control sin demasiados problemas ante un rival que no era capaz de enlazar más de dos pases seguidos.

Los donostiarras saben que las bandas y la inspiración de Zurutuza son sus mejores argumentos. Con el hispano-francés sin demasiada inspiración, la opción de los carriles se convirtió en la mejor opción ante un tímido Seoane y un despistado Laure. Precisamente por la banda de este último llegó el gol de Llorente. De la Bella progresó por la izquierda y, ante la falta de oposición, envió un preciso centro al corazón del área. Con Zé Castro buscando uvas apareció la cabeza de Joseba para conectar un perfecto remate, picado y cruzado, al que Aranzubía sólo pudo mirar esperando que saliese fuera. Sus rezos no fueron escuchados y Llorente y Anoeta explotaron. El público, por su lógica alegría; el delantero, por quitarse un peso de encima al marcar su primer gol con la Real.

Iba una cuarto de hora de partido, y el plan de Lotina, que consistía básicamente en aguantar y buscar alguna contra, se venía abajo. Comenzaba otro partido, en el que los locales le prestaron el balón al Depor para ver qué sabía hacer con él. La respuesta tuvo que tranquilizar en sobremanera a Lasarte, porque la respuesta fue nada, o si quieren, casi nada. Hasta el minuto 33 los coruñeses no fueron capaces de rematar con cierto peligro con un derechazo de Desmarets con intención, pero que se marchó fuera. La paz para los locales fue tal que Claudio Bravo no tuvo ni que intervenir en la primera parte. Eso sí, la complacencia local hizo que la Real se olvidase de atacar, dándole oxígeno al Depor y, sobre todo, esperanzas de remontar en el segundo tiempo.

Eso mismo debió de pensar Lotina, que había vida, pero también que había que arriesgar si quería sacar algo de Anoeta. Así, dio entrada a Riki en lugar de Desmarets. Tres delanteros en pista, con movimiento de piezas. El madrileño pasó a ser el nueve, mientras que Adrián ocupó la banda izquierda. Pólvora arriba, pero huecos atrás. Todo o nada, porque minutos después el técnico de Meñaka sentó a Rochela (un central reconvertido a pivote) por Juan Domínguez, y a Valerón por Lassad en busca de un último pase que jamás llegó.

La puntilla.

El movimiento tuvo consecuencias y el Depor se aproximó al empate. Riki, de largo el mejor delantero de esta plantilla, creó más peligro en cinco minutos que el resto del equipo en toda la primera parte. El madrileño avisó primero, y cuando Lotina ya cantaba el empate, un felino Claudio Bravo sacó una mano imposible a un buen cabezazo suyo.

Con el Depor volcado, los espacios empezaron a convertirse en autopistas hasta que Griezmann, a veinte minutos del final dio la puntilla con otro cabezazo. En la recta final Agirretxe puso la guinda con el tercer tanto en una noche perfecta para la Real, porque a los tres puntos sumó la buena noticia del estreno de tres goleadores, sobre todo el de Joseba Llorente.

Para el Depor, el nuevo mazazo comienza a tambalear a un Lotina que acertó con los cambios pero erró con el once. El abismo se acerca y la única luz que se ve en el túnel es la vuelta de los lesionados. Ayer fueron Riki y Valerón, y espera que en breve lo hagan Urreta y Guardado. Que no sea demasiado tarde.