Jesualdo da vida a Camacho

Jesualdo Ferreira sigue empecinado en mantener una propuesta futbolística para la que no tiene mimbres adecuados; eso de jugar al 4-3-3 queda muy guay para un discurso de corte valdanista, pero las cifras son las cifras. El Málaga es uno de los equipos más goleados de Europa (19 goles encajados). Falto de agresividad, con escasa capacidad para competir y nula recuperación de balón dio mucho más que la vida a un José Antonio Camacho muy cuestionado por sus propios aficionados y que ayer revivió gracias a la generosidad del veterano portugués, que no supo leer el partido y dio toda la impresión de que desconocía a su rival de ayer.

La verdad es que el evento se le torció al Málaga desde el minuto uno. Ya resultó sorprendente que Mtiliga se quedase en el banquillo y Manu Torres ocupase su lugar; mensaje para el jeque de que es necesario fichar en el mercado de invierno un carrilero zurdo. Pero los más sombríos augurios se cumplieron. Juanfran se marchó por su banda, Manu no lograba detenerle ni a base de agarrones hasta que, la acción se proyectó al interior del área. Penalti y tarjeta amarilla para el infractor. Nekouman anotó el 1-0.

El Málaga se perdió en el limbo, Osasuna administró el envite a su antojo. Camacho sí había estudiado los puntos fuertes de su adversario: "Tienen los dos puntas más rápidos de Europa", comentó en la previa. Ni Quincy ni Eliseu fueron capaces de darse una sola carrera debido entre otra cosas al buenísimo trabajo de Damiá y Monreal. Y Baha solo, como cuando estaba Muñiz.

2-0 y adiós

Osasuna siguió achuchando. Juanfran era una pesadilla y Aranda un incordio. A los 21 minutos Manu Torres, descentrado, se salvó de ser expulsado por doble amarilla tras una innecesaria entrada sobre Lolo. Ferreira, cual resorte, mandó calentar al otrora defenestrado Mtiliga, quien entró en el minuto 26, poniendo al canterano del Málaga en el foso de los leones.

Frisando la media hora, el Málaga reclamó penalti por un significativo agarrón de Lolo sobre Weligton, muy protestado por el brasileño. Las cosas del fútbol. Su señalización podría haber cambiado el signo de la historia. Aunque la verdad, hubiera sido absolutamente inmerecido. Así que para evitarse problemas, Osasuna metió tierra por medio. Otra nueva ocasión en que la defensa blanquiazul estuvo en la inopia. Monreal puso el balón de primeras y Masoud, en buena posición, conectó un solvente derechazo que se incrustó en el fondo de las mallas de Galatto. De esta manera, la afición osasunista indultó a los dos jugadores iraníes, quienes se ganaron el derecho a una segunda oportunidad. El malagueño Aranda, de tacón, v olvió a marcar a sus paisanos. Es la tercera vez que lo hace, aunque como se suele decir, el pescado estaba vendido. Osasuna puso fin a cuatro derrotas y cuatro empates contra el Málaga en Pamplona. El jeque Al-Thani se ahorró un buen sofocón con el papelito de su equipo.