Liga BBVA | Espanyol 2 - Levante 1
Dátolo, chef de Cornellà
Brilló el argentino, Callejón remató y al final se sufrió
Tan arriesgado como cocinar una paella por primera vez, Pochettino fue valiente y puso el ingrediente idóneo para la victoria del Espanyol. Dio la alternativa a Dátolo, que debutaba así como titular, y que quiso comerse el mundo, al Levante (o la susodicha paella) desde el primer minuto. Y obtuvo recompensa. El extremo, quien en las semanas últimas se había destacado preparando para la plantilla dos asados (con la inestimable ayuda de Iván Alonso), se puso ayer el gorro de chef para cocinar un triunfo sustentado en el buen juego, el dominio y poca presencia de un Levante que sólo acertó a reaccionar en los instantes finales.
Los hinchas del Espanyol degustaron el cuarto triunfo consecutivo en Cornellà-El Prat, o lo que es lo mismo, el mejor arranque liguero en casa de los 30 años últimos... Y encima afianzados en puestos europeos. Difícil de pensar cuando, sólo 57 segundos después del inicio, Xavi Torres envió un balón rozando la portería de Cristian Álvarez. Era un espejismo, pues los granota no remataron a puerta hasta el minuto 35, mediante Caicedo, y quebraron cuatro jornadas sin perder.
Entre tanto, el Espanyol arrasó. Callejón empezó a vislumbrar el futuro en el minuto 5, con un chut cruzado. Sólo dos después, en el 7', ya llevaban los pericos cuatro córners a favor. Y Dátolo apareció en el 10', con un zurdazo que se marchó fuera tras una jugada individual. Sería la antesala del 1-0, que inició y culminó él mismo: envió un centro a Callejón, que no llegó por muy poco, pero que habilitó a Verdú para que desde la línea de fondo devolviese el balón al argentino, quien no perdonó.
Era el momento para que el Levante se viniera arriba, adelantase la línea de presión y frenase el vendaval españolista, que prolongaba su feroz dominio de la segunda parte en Mallorca. El dibujo made in Pochettino, las constantes permutas entre atacantes triangulando y con velocidad, funcionó a la perfección aun en ausencia de Osvaldo y Luis. Es lo que faltó a los granota, que colgaban balones sin un destinatario claro.
La reanudación fue más a fuego lento, aunque comenzó con una clara ocasión de Juanlu. Los pericos tardaron en sentenciar, hasta que Callejón aprovechó un pase de Javi López retrasado por Verdú para fusilar a Reina. Lleva el granadino tantos goles en ocho jornadas como en todo el curso pasado.
Pero cuando Callejón había añadido el perejil a la receta perfecta, Stuani se encargó de pasarse con la sal. Cabeceó un centro de Valdo, estableció el 2-1 e invitó a su equipo a creer en sí mismo. Demasiado tarde. La tuvo Juanlu, aunque también Verdú y Álvaro, de modo que sólo el Espanyol degustó su elaborado plato. El Levante se marchó como llegó, en ayunas y casi sin hambre.