Aduriz y Soldado frente a un Mallorca al ataque

Hay surferos que se pasan la vida a remojo esperando la ola perfecta. Ansían ese momento en el que todo se alía para encontrar y tomar la ola perfecta. Algo así le pasa a este Valencia, capaz de jugar de maravilla pero sin la continuidad necesaria durante los 90 minutos. En Barcelona los de Emery hicieron la primera parte perfecta, pero se cayeron de la tabla en la segunda y encajaron su primera derrota liguera. El miércoles en Glasgow mejoraron en el segundo acto, pero en el primero el Rangers tambaleó a los chés, que no son capaces de completar un encuentro convincente de cabo a rabo. Y en ésas siguen en vísperas de recibir a un Mallorca más complicado de lo que parecía a principio de campaña cuando las apreturas económicas lo desvalijaron. Los insulares llegan tras haber empatado con Real Madrid y Barça. Alerta pues en Mestalla, donde no cabe traspié posible.

Y para ello Unai parece que echará mano de la versión más contundente de los suyos, aquella en la que juegan juntos Soldado y Aduriz, ex de los baleares. Su hueco en la delantera lo ocupó Cavenaghi, una de las dudas de Laudrup (que siempre le ha ganado a Emery) para esta noche. El Mallorca, dentro de su modestia, no pierde el espíritu ofensivo de su técnico y que representan Nsue, el Chori Castro o Webo ante un rival que no podrá contar con César, lesionado, por lo que Moyá y Guaita pugnan por ocupar la portería valencianista.

El gran reto de Emery es convencer a los suyos de que tan importante es ganarle al Mallorca que hacerlo en Ibrox para no descolgarse de la zona alta ante un rival que quiere estrenarse a domicilio.