Coscorrón en Stuttgart

La derrota en Stuttgart deja al Getafe tan destemplado que ya no se sabe que duele más, si el resultado, si la alineación inicial o un futuro europeo que parece a préstamo, porque cuando se ha perdido con el colista alemán y con el sexto de la liga suiza (Young Boys).... para salir de casa con los rulos puestos, mejor no salir.

La clasificación no queda imposible para el Getafe, pero sí condicionada a ganar al Stuttgart dentro de 15 días y ganar luego por dos o más goles al Young Boys.

Al igual que en Suiza, las bajas condicionaban el once, y al igual que en Suiza, Míchel prescindió voluntariamente de varios titulares, en esta ocasión Boateng, Casquero, Parejo, Gavilán y Colunga.

Lo pagó el juego del equipo. Fue escaso y cuando hubo fue malo, porque es difícil ensamblar de golpe a jugadores que, o son suplentes como Miku, o suplentísimos como Albín, o son nuevos, como Borja, Víctor Sánchez y Pintos.

Decía en la previa Jenes Keller, entrenador del Stuttgart, que "el Getafe no soportaba el juego agresivo". Ni el agresivo ni el amistoso, pues el Stuttgart sólo necesitó hacer ¡dos faltas¡ en todo el partido para frenar al Geta. El equipo alemán se sintió cómodo con el balón. De inicio eligió la banda derecha para lanzar las primeras andanadas. Allí combinaban bien Celozzi y Camoranesi. El italo-argentino dejó la Juve y el Calcio pero no ha dejado de correr. Hacia adelante buscando el área y hacia atrás recuperando balones.

Sin aviso.

Casi sin previo aviso llegó el gol de Marica. Era el minuto 29 cuando el brasileño Cacau asistió de cabeza al delantero rumano, que estrelló el primer remate en el cuerpo de Ustari y el segundo lo metió contra la red. Al 1-0 le siguió un remate de Kuzmanovic (31'), centrocampista que decidió cómo, cuándo y por donde se debía jugar el partido. Realizó un partidazo y conectó con sus compañeros, quedando en duda cómo el Stuttgart puede ser el colista de la Bundesliga.

En la primera parte el Getafe no disparó ni una sólo vez entre los palos y la segunda comenzó con más dominio alemán. Dos ocasiones de Cacau (afortunadamente ayer fallón), y otro remate desde fuera del área de Kuzmanovic, pudieron firmar el 2-0.

El primer remate a puerta del Getafe fue de Gavilán, de cabeza, en el 52'. Había movido banquillo Míchel sacando a Casquero, Gavilán y luego a Colunga. El delantero asturiano se mostró inquieto e hizo trabajar a la defensa, como Manu hizo trabajar al portero en la segunda y última oportunidad de los azulones pasado el minuto 80. Cuando se realizan sólo dos remates es difícil ganar. Si además se pierden 81 balones, es fácil perder.