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Europa League | Atlético de Madrid 3 - Rosenborg 0

El Kun alegró una mala noche

Godín inició una victoria necesaria. El Rosenborg remató al poste al filo del descanso. Agüero marcó en el primer balón que tocó. Y dio el tercero a Costa.

<b>DIEGO COSTA, EN LA BRECHA. </b>El delantero del Atlético estuvo muy peleón durante todo el partido. En esta ocasión a punto está de marcar. Al final pudo hacer un gol.
DIEGO COSTA, EN LA BRECHA. El delantero del Atlético estuvo muy peleón durante todo el partido. En esta ocasión a punto está de marcar. Al final pudo hacer un gol.

El partido era malo, malo. Uno de esos bodrios a los que ha acostumbrado el Atlético en la última década. Encarriló la victoria en el minuto 17 con un gol de Godín, pero pasaban los minutos y era un triunfo con juego gris en otra mala noche, pese a la voluntariedad mostrada por casi todos los rojiblancos. Y hasta que no salió el Kun no se alegró la noche. Le necesitaba el Atleti como se necesita respirar para vivir. Y ahí apareció el chaparrete argentino para liarla y entusiasmar de nuevo al respetable. Un gol y una asistencia y los tres puntos, vitales para que el campeón no se quedara muy fastidiado en su Europa League, se quedaron en el Manzanares.

Flojo rival.

El Rosenborg se presentaba en el Calderón con la liga noruega en el bolsillo y con la vitola de equipo de Champions League. La imagen que dio fue la de un equipo que en la Liga BBVA le costaría bastante mantener la categoría. El Atlético salió con determinación a hacer circular la pelota, a menear a los noruegos para conseguir rápido el primer gol. Las facilidades defensivas que se encontró el conjunto rojiblanco fueron grandes. Y les costó aprovecharlas.

Antes de cumplirse el minuto tres, Simao ya había rematado por encima del larguero y Filipe Luis entre los tres palos. Se presagiaba un partido placentero para el Atlético según se iba viendo su superioridad sobre un rival timorato y sin nivel. Había pasado un cuarto de hora largo cuando Godín hizo las veces de Forlán y en un remate de cabeza a centro de Reyes marcó el 1-0.

Pensar en la goleada no era descabellado viendo a Reyes moverse muy a gusto entre líneas y a Diego Costa con magníficos movimientos en punta. Pero pasaban los minutos y el Atlético no era capaz de marcar más goles. Valera se tuvo que marchar lesionado, Perea se puso de central y Ujfalusi, tremendo ídolo del Calderón tras su entrada a Messi, se colocó de lateral derecho, donde tan buenas actuaciones ha protagonizado. El checo y Filipe alternaban sus incorporaciones y el Atlético rondaba el segundo tanto. Por cierto, Tiago se enamoró de la afición del Atlético y debe mostrar algo más de juego para que el amor sea recíproco. Quique le ha dado la titularidad y Tiago no ha superado las buenas actuaciones de Raúl García en el arranque de la temporada. El Rosenborg, ante la pusilanimidad del Atlético, se estiró y casi empata cuando el partido se iba al descanso. Moldskred remató al poste aprovechándose de una caraja importante de la zaga colchonera.

El único aliciente de la segunda mitad era ver la reaparición de Agüero. Pasaron otros veinte minutos infames hasta que el argentino salió por Forlán. Pero mereció la pena la espera porque nada más salir el Kun puso color a la victoria en tonos grises que iba consiguiendo el Atlético. Un pase de Reyes medido lo aprovechó para hacer el segundo gol y alegrar la noche a los valientes seguidores colchoneros. El crack no les defraudó. El tercer tanto del Atlético fue una obra de arte: Joel sacó en largo con la mano, Reyes cabalgó en el centro del campo y lanzó hacia Kun, que hizo una formidable pared en el borde del área con Diego Costa para que el brasileño, que tiene cositas de Rubén Cano, hiciera el 3-0 definitivo. Velocidad, toque y definición. Gran gol. El Kun ha vuelto. ¡Viva el Kun!