EUROPA LEAGUE | <b>STUTTGART 1 - GETAFE 0</b>
El Getafe ni quiere ni lo intenta ante el Stuttgart, el colista de la Bundesliga
Los de Michel notaron demasiado las bajas y se complican el pase. El Stuttgart mereció una victoria más abultada, sobre todo en la segunda mitad. Sólo Colunga pudo cambiar el guión.
Sería injusto quedarse con que el Getafe perdió ante el colista de la Bundesliga. Los caprichos del fútbol obligan a ir más allá. El Milán, que pudo llevarse una manita del Bernabéu, es segundo en el Calcio, y el Stuttgart, que doblegó a un Getafe repleto de bajas, es el peor de su Liga... pero no de Europa. Los alemanes son más de lo que aparentan y por eso lideran el grupo.
El entrenador de los alemanes, Jens Keller, engañó en la previa prometiendo pelea (sólo hubo dos amarrillas). De hecho, el partido habría acabado en noviazgo de no ser porque el fútbol, al contrario que el amor, sí entiende de edades. No había nacido el Getafe y el Stuttgart ya era un abuelo lleno de batallitas, con dos títulos de Bundesliga y 90 años de historia. Así, la primera parte tuvo escenas de película lenta y romántica, casi en blanco y negro. Con dos rivales y 21 jugadores con miedo a romperse las uñas. Con una excepción, la de Kuzmanovic, que debió acabar con el pie triturado de tanto disparar a puerta. Pero unas veces Ustari y otras veces la mala suerte chafaron sus ocasiones. Sin embargo, en el minuto 28, esa suerte sí que se alió con su compañero Marica. Cacau, con un pase genial, se la puso en bandeja y le dejó sólo ante Ustari. Aún así, tiró al muñeco pero con la fortuna de que el rechace le calló de nuevo, redondo y al pie para, a portería vacía, hacer el primer y único gol del encuentro.
En la segunda mitad los de Keller cambiaron el guión. Del romanticismo se pasó a una guerra en la que los azulones no quisieron participar. Se rindieron. Y los alemanes sacaron la metralleta. Sin violencia pero con mucha intensidad pudieron marcar en el minuto 48, en el 49 y en el 50. No lo hicieron y en el 51 Gavilán, que acababa de salir al campo, hizo la replica. Casi pidiendo perdón y clemencia cabeceó suave y al portero en lo que fue un espejismo azulón. Y su primer tiro a puerta. Los alemanes siguieron su asedio. Dos minutos más tarde, Cacau, que en el 49 había fallado sólo ante Ustari, disparó con peligro pero sin tino.
Kuzmanovic siguió su batalla particular e intentó matar el partido con un disparo lejano que se fue cerca del palo derecho. Entonces, Michel recurrió a su última bala, Colunga, que que trató de conseguir en 20 minutos lo que sus compañeros no habían sido capaces de hacer en 70. El delantero lo intentó de jugada personal al segundo de salir. Y 10 minutos más tarde, conectó bien con Manu para crear la jugada más peligrosa azulona. Manu se internó por el carril diestro y desde dentro del área chutó con fuerza pero al centro. Lástima, porque no hubo más, al menos por parte española. Los alemanes, ya con un ruso, Pogrebniak, al frente del combate, desperdiciaron el segundo gol. Un gol que les hubiera valido para confirmar su liderato en el grupo y, sobre todo, su superioridad ante un Getafe ramplón y repleto de bajas.