Llorente lo centra todo

Fernando Llorente se ha convertido en una obsesión. No sólo para los poderosos clubes que anhelan ficharlo tras su destape internacional, sino también para San Mamés por el miedo a perderlo y, cómo no, para el rival que visita este templo cada dos semanas, en este caso el Zaragoza. La afición rojiblanca quiere que su enorme nueve mantenga la racha de gol, ahora que todo lo que toca se convierte en oro. Y Gay sabe que si frena los centros cómodos hacia él y le saca del área, tendrá más cerca puntuar. Porque para ganar, algo que no ha hecho en esta Liga, primero deberá marcar. Dependerá de lo que se inventen entre Ander Herrera y Sinama.

Muro maño. Gay ya preparó un cerrojo el año pasado en La Catedral para sacar un empate que le dio la vida, aunque en esta ocasión no tendrá a Jarosik, imperial por arriba entonces. El gigante húngaro Pintér le tapará por delante y los centrales Contini y Lanzaro completarán el sandwich.

Los 80.000 ojos que estarán pendientes de lo que pasa sobre un verde pesado por la lluvia mirarán con lupa a otros futbolistas. Gorka pasará examen tras su lío con la renovación y tendrá como rival a Doblas, quien chafó el acceso a una final de Copa al Athletic con el Betis en una tanda de penaltis. De Ustaritz y Koikili, que debutan este año, lo mejor sería que no se conviertan en protagonistas. Toquero vuelve a la titularidad para hacer el trabajo sucio para Llorente. Y dos rayos en las bandas como Susaeta y Muniain buscarán el desborde.

En el Zaragoza, el gran foco estará en Herrera. Entre tanta brega pondrá la clase en el pase decisivo y tratará de esconder el balón junto a Gabi para que su equipo coja aire. En Bilbao hay ganas de medir si Ander es tanto como se dice a orillas del Ebro.