Levein recurre a Miller para recuperar crédito

Escocia cuenta con un entrenador al que le falta aura y crédito, una afición exigente y un once con muchísimas dudas y bajas. Pero Hampden Park se llenará, pese a que la mayoría rechazó las tácticas de Craig Levein ante la República Checa. El seleccionador probó uno de esos inventos que sólo funcionan si salen bien. Un 4-6-0 como han decidido bautizarle en Escocia, que pretendía imitar el estilo de juego del Villarreal, la Roma, en ocasiones el Barcelona o el Manchester United: muchos centrocampistas y sin delantero centro, sin Kenny Miller, su estrella. Su idea llegó a los diarios antes de confirmarla a los jugadores y dominó el debate previo al partido. La derrota por 1-0, la primera de la fase de clasificación y que le dejan con cuatro puntos de nueve, dio razones a los que defendían una propuesta más ofensiva.

Levein debe haber visto algo que no le gustó porque ha estado entrenando con el goleador del Rangers en el equipo titular, posiblemente como único delantero. Y casi mejor: "devastado" por la decisión de dejarle en el banquillo, algunos medios apuntan a que Miller pensó en dejar a la selección cuando está a las puertas de su cincuenta internacionalidad. El problema es saber quién le alimentará de balones. Barry Robson es baja por sanción. Darren Fletcher, el otro baluarte del Tartan Army, tiene un fuerte golpe en la pierna, y Graham Dorrans, con problemas musculares, Lee McCulloch, tocado en la ingle, y Steven Whittaker son dudas. El veterano defensor Gary Caldwell podría adelantar su posición aunque el seleccionador cree que no está para jugar dos partidos en cinco días. "Pese a los problemas, podemos ser segundos de grupo y lo demostraremos", afirma Levein que apela al orgullo escocés y al escenario para parar a los campeones del mundo.