El empate enfada al jeque y a todo el Mediterráneo

El jeque Al-Thani se marcha a Qatar y no volverá hasta el partido que el Málaga tiene ante el Real Madrid. Y no se va contento. El fútbol ya no es su hobby y sus enfados ahora son profesionales, no pasionales. Odia que el equipo en que ha invertido tantos euros se deje tantos puntos por el camino. Sin embargo, debe darse por satisfecho. Porque viendo el derbi, su dinero también parece que compra algo de suerte. Hasta sin ganar, la fortuna guiña al Málaga.

Mucho más grande es el enfado con el que se marcharon los almerienses del Mediterráneo. Algunos, en una situación de hartazgo extrema, pidieron la cabeza de Lillo. Esta vez, poco se le puede reclamar al técnico. Porque lo cierto es que el Almería lo hizo casi todo para ganar. Casi, sí, porque al final se trata de goles. 18 tiros, tres palos, un penalti fallado y tres goles sacados casi en la línea de gol...

El Almería mereció más que el Málaga en cuanto al marcador. Pero hay intangibles y circunstancias que a veces compensan las sensaciones. El Málaga volvió a sufrir la ineptitud de un colegiado. Ayer le tocó a Clos Gómez. Curioso que después de que el Comité de Competición reparase la roja a Eliseu dejando la acción en amarilla, un árbitro vuelva a expulsarle casi en idénticas condiciones. Roja el lunes, roja el domingo. Curioso.

Contra diez, el Almería estiró el campo y se lanzó a por el Málaga. Pero la picardía de Apoño y Quincy pusieron a los blanquiazules por delante. Sin embargo, Ferreira no supo leer el partido. Se aferró al marcador llevando a sus hombres (encomiable el esfuerzo) a la parcela que peor dominan, defender. Hace agua el Málaga incluso si llena de peones el área. En las antípodas, Lillo, que sumó y sumó a gente arriba. Llegó un penalti (marrado por Uche) y un carrusel de ocasiones.

Desenlace.

Una triple combinación entre el soberbio M'bami, Bernardello y Uche, dio origen al empate. Y no le sabía a nada a los almerienses. Atacaron con ansiedad, y esa desesperación se disparó cuando Seba casi hace el 1-2 y luego Gámez sacó una doble ocasión casi bajo los postes.