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Liga Adelante | Betis 3 - Ponferradina 0

Emaná lidera al Betis

Golazo del camerunés, que se lo dedicó a Mel. Se disipan las dudas sobre su compromiso y del equipo. Los verdiblancos, primeros a la espera del Rayo

<b>DEBUT CON GOL. </b>Roversio es felicitado por sus compañeros Momo y Dorado tras hacer el 2-0. De espaldas, el ex bético Miguel Ángel lamenta el tanto.
DEBUT CON GOL. Roversio es felicitado por sus compañeros Momo y Dorado tras hacer el 2-0. De espaldas, el ex bético Miguel Ángel lamenta el tanto.

C omprometido o pasota, de noche o de día, con frío o con ese calorazo que hacía ayer a ras de césped en Heliópolis porque la hora del partido (16:00) era criminal: Emaná sigue y seguirá siendo el futbolista más desequilibrante de este Betis y, seguramente, de toda la categoría. Lo volvió a demostrar con un golazo a la escuadra sobre el que se cimentó la fácil victoria bética ante la Ponferradina, vuelta verdiblanca a la senda victoriosa que abandonó en Albacete. Cinco triunfos suman en seis partidos los de Pepe Mel, que se acostaron líderes y a esperar hoy el pinchazo del que por el momento se ha convertido en su mayor amenaza para la lucha por el ascenso, el Rayo.

Un minuto bastó para comprobar que el partido no tendría más historia que la que quisiera escribir el Betis, a mil años luz de la Ponferradina en calidad y presencia sobre el campo. Visto el bagaje y la imagen que ha mostrado el club del Bierzo en sus visitas (perdió 2-0 ante otros dos recién ascendidos, Granada y Alcorcón, y cayó ayer sin oponer resistencia), mejor deberá pensar en labrarse la permanencia al frío de su tierra o el calor de su animosa grada. A domicilio sólo le cabe aguantar el honor, sacar algún punto ante equipos despistados. No le da para mucho más. Empezando por su portero, Queco Piña, un manojo de nervios e imprecisiones al que no golearon seriamente de milagro; y eso que tuvo suerte porque, en cuanto a los goles, sólo se le puede achacar el que cerró el marcador.

Un minuto, decíamos, necesitó el Betis para dejar en evidencia a Piña y a toda su floja retaguardia. Ayudado por la dormilera de su rival, el equipo verdiblanco sacó de centro y se marchó arriba a crear dos ocasiones en una, con un casi mano a mano de Rubén y un córner posterior que por poco mete Dorado entre las piernas del portero. Pronto se habían puesto las armas sobre la mesa: un tirachinas la Ponferradina y el Betis, un bazuca.

Rubén Castro.

A trompicones, ni necesitaron buen juego, los locales se acercaron a la meta rival con un remate picado de Caffa y dos internadas del otra vez omnipresente Rubén Castro, lo que daría Lotina por tenerle aún en el Depor, lo que lo celebra Mel. Su ataque se llenaba de protagonistas, pero al bético de a pie le faltaba algo. Andaba el aficionado verdiblanco a la caza de un regate exitoso, de un buen pase o de alguna otra excusa para aplaudir a Emaná. Porque el camerunés vende y se le quiere, es como esas novias a las que no les vemos los defectos de puro enamorados. Se conformaba Heliópolis con un beso y se marcó el ciclotímico camerunés un golazo, una volea a la escuadra tras combinación de espaldas con Momo (23').

Lo celebró con Mel (no hay mayor muestra de compromiso que abrazarse al general) y no dio mucho más Emaná, alguna carrera de esas populistas. Pero qué falta hacía. Antes de que Roversio hiciera el 2-0, Salva Sevilla la mandaba al palo. El almeriense aparece a pinceladas, pero también porque los rivales le suelen exigir poco. Ayer, sus centritos de calidad y el trabajo de Iriney sobraron para comerse al mediocampo de la Ponferradina, tan poblado (cuatro pivotes, entre ellos el ex bético Miguel Ángel) como ineficaz. En una de esas, Caffa abrió desde la diestra, Rubén no llegó y Roversio, que había subido a un córner, engalanó su debut de titular con el primer gol oficial desde que llegara a España hace ya tres años (2-0, 41').

Luego, el descanso, calor, pitos y aplausos de una afición que sólo esperaba que reventara el marcador. Pero no. Al partido le rebosaron 45 minutos en los que apenas cabe rescatar un puñado de ocasiones locales desperdiciadas; el cambio de Víctor Salas, con quien la tomó la grada por su pasado sevillista; y el cañito y la asistencia de gol de Ezequiel, perla que gustó y se fabricó la jugada del 3-0, con un mal rechace de Piña y el cabezazo a la red de Rubén. Al canario, seis goles en ocho partidos, no se le aplaude tanto como Emaná... Pero no se sale nunca de los partidos.

Sacristán se estrenó como presidente

Jaime Rodríguez Sacristán (a la derecha, en la imagen), que sustituyó el viernes a Pepe León como presidente del Betis, debutó ayer en el principal asiento del palco del todavía Ruiz de Lopera y lo hizo con victoria. Oficialmente no será nombrado en el cargo hasta el próximo Consejo.