LIGA BBVA | SEVILLA 3 - ATLÉTICO 1
Quique se quedó sin palabras
Manzano habló sobre el campo. Partidazo de Negredo, que abrió el marcador en posible fuera de juego. Perotti y Kanouté pusieron el 3-0. Luego recortó distancias Diego Costa.
Los equipos, como las personas, siempre tienen dos caras. Hoy, el Atlético, aquejado por las bajas, mostró la peor; y el Sevilla, revitalizado por la mano de Manzano, la mejor de la temporada. El equipo de Nervión ha vuelto a su origen, ha recuperado su esencia y ha pasado por encima del Atlético de Madrid de Quique. El 'psicólogo' Manzano ha despertado, en apenas unos días, la histórica ambición de los sevillistas, más activos, más eléctricos y con más confianza que en partidos anteriores. Queda asimilada la eliminación en la previa de la Champions, superada la derrota ante el Barça en la Supercopa de España y olvidado alguno que otro tropiezo en Liga y Europa League. Este equipo es otro. Empieza de cero, y lo hace recobrando esa competitividad que le había hecho grande en las últimas temporadas, y que había perdido en los últimos meses.
El partido de hoy era un pulso entre el propio Manzano, ex técnico del Atleti, y Quique Sánchez Flores, actual técnico colchonero. Así lo habían convertido ellos en la previa. Sin aparentes controversias, ayer sorprendió Quique reprochándole a Manzano rencillas del pasado: "Que se olvide de los demás equipos y se dedique al suyo" , dijo el madrileño. Y el del Sevilla no se amilanó: "Le preguntará a Quique en el partido si tiene algo que decirme" . En lo emocional, el envite se resolvió con un abrazo entre ambos sobre el campo y en lo futbolístico, con una lección de agresividad, efectividad y entrega por parte de los sevillistas, sobre todo en la primera parte. Tras los goles de Negredo y Perotti, el Sevilla cedió la iniciativa al Atlético, para matarle a la contra. Kanouté hizo el 3-0 y el Atlético sólo despertó con el ímpetu de Diego Costa, que le puso emoción al encuentro con el 3-1 en el 51'. El gol del brasileño se quedó en anécdota.
Y es que no fue el día ni de Quique ni de los de Quique. Sin Reyes ni Kun, apostó por Fran Mérida, en banda, y Tiago de media punta, dejando aislado a Forlán arriba. El uruguayo lo acusó y el mal se extendió por el equipo (Simao, Mario...). Crece la máxima que dice que, sin Agüero, Forlán no marca. Quizás es porque la ausencia del argentino no es suplida por un igual, sino por un medio centro reconvertido en segundo delantero (Tiago). Luego, tras el descanso, el técnico del Atleti se dio cuenta y sacó a Diego Costa, que ayuda a Forlán, con desmarques y juego vertical. Y también se percató de que Perotti estaba amargando a Antonio López y sacó Filipe Luis, que ya ha demostrado estar apto para la causa. El resurgir del Atleti se pospuso hasta el 3-0, después del gol de Kanouté, cuando ya era demasiado tarde. Antes, Negredo, en posible fuera de juego, había abierto el marcador con una de sus roscas con la zurda desde la frontal (28'). Y después Perotti, se había aprovechado de la condolencia de la zaga rojiblanca para marcar de carambola (con la espalda de Assunçao) ante el desasosiego de De Gea (35'). Esto pasó en una primera parte de claro dominio hispalense, en la que sólo Palop dio muestras de debilidad en los locales. Fallos sin importancia por la poca avidez colchonera.
Ya en la segunda mitad, con los cambios y herido por el tercero de Kanouté, el Atleti consiguió despertar, pero como decía antes, fue demasiado tarde. Diego Costa dio otro aire al equipo. Estuvo incisivo, peleón, contante, guerrero y acertado. Todo lo contrario que un extraño y apático Forlán. Deprimido futbolísticamente, más hoy ante la opulencia de Cáceres y Alexis. Fue el brasileño y no el uruguayo, como es habitual, quien reavivó el partido con el 1-3, en el 51'. El Sevilla se dejó llevar por el resultado y acusó el cansancio de una primera parte exaltada, pero el Atlético carecía de recursos.
Les sorprenderá que hasta el momento no haya aparecido en la crónica el nombre de Luis Fabiano, quien se supone estrella del Sevilla. Hasta el minuto 69, en el que entró por Negredo (partidazo), no había motivos para nombrarle. Ha protagonizado un pulso en los últimos meses con Álvarez y tras el cambio de técnico, parece que Manzano tampoco le ve en su mejor forma. Es curioso porque en su primera alineación liguera, Manzano ha rescatado a jugadores que habían pasado al olvido de Antonio Álvarez, su antecesor. Capel (7 minutos jugados en Liga); Romaric (10'); Kanouté (84') y Renato (113'). Todos ellos han sido titulares hoy. No así Luis Fabiano quien en lo que va de campaña no había completado ni un solo partido (89'). En el tiempo que ha jugado hoy, tampoco ha demostrado tener que ser titular por decreto. Es verdad que no le ha favorecido el tempo del partido, en el que el Atlético buscaba la desesperada (Costa pidió un penalti en el descuento) y el Sevilla esperaba el paso del tiempo
Y así se consumió el encuentro, por historia y peso uno de los mejores de nuestra liga. No defraudó, ni el partido, ni el duelo táctico, y ya no dialéctico, entre Quique y Manzano. En los noventa minutos, y tras un simbólico abrazo, ganó el jiennense porque, simplemente, aportó más argumentos sobre el campo.