Emaná y su compromiso, a examen en Heliópolis

Sí, hoy hay partido en ese lugar llamado Heliópolis, así lo nombraremos hasta que el nombre del campo del Betis permanezca en el limbo de las urnas. Mientras los jugadores denuncian (pública, no judicialmente aún) lo que era un secreto a voces, que no cobraban las fichas del año pasado; mientras el club cambia de presidente, aunque no de manos; mientras el estadio que medio se construyó bajo los hilos de Ruiz de Lopera se plantea tomar otra nomenclatura... Mientras todos estos asuntos de despachos se cuecen alrededor, dos equipos de fútbol se juegan otra de sus 42 semifinales en este infierno de Segunda. El Betis, segundo por arriba, en busca de otra victoria que le gane un trozo de ascenso. La Ponferradina, segundo por abajo, a la caza de puntos que le alejen del descenso a Segunda B.

Los del Bierzo no han ganado un encuentro y a domicilio fueron presa fácil para otros de los dos recién subidos, Alcorcón y Granada. Su técnico, Granero, reforzará más si cabe el sistema defensivo. No parece el estadio de La Palmera el mejor lugar para enmendar tan irregular comienzo de temporada, aunque este Betis de Mel haya vuelto a amenazar con convertirse en un equipo de cales y arenas, habida cuenta de su derrota en Albacete, la primera de la temporada. De aquel encuentro quedan agujeros defensivos y dudas sobre la implicación de la que es la mayor estrella verdiblanca, Emaná. El camerunés, uno de los que no han cobrado su dineral del año pasado, pone a examen, otra vez, su compromiso a ras del césped.

Mel: "La gente está tranquila"

Tras su experimento en Albacete, donde jugó con tres medioscentro, Pepe Mel volverá a tirar de los extremos y del 4-2-3-1 para el encuentro ante la Ponferradina. El entrenador quitó hierro a las deudas con los futbolistas: "Si un jugador no está al corriente de pago no rinde al cien por cien, pero aquí la gente está tranquila. Que nadie piense que será fácil ganar a la Ponferradina".