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Barcelona | La intrahistoria

Manchón, el zurdo al que cantó Serrat

Formó parte del equipo de las Cinco Copas.

Bernardo Salazar
<b>EL BARÇA DE LAS CINCO COPAS. </b>Arriba: Ramallets, Seguer, Biosca, Segarra, Flotats y Bosch; abajo: Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón.

Desde el final de la Guerra Civil y hasta 1949 el fútbol juvenil no dependía de la Federación Española sino del Frente de Juventudes. Eso hizo que los primeros pinitos serios de Eduardo Manchón Molina (Barcelona, 1930) tuvieran lugar en su barriada de Can Tunís, el CF Antúnez. Al cumplir la edad reglamentaria, los 18 años, el Barça le incorporó a sus filas, al magnífico equipo amateur que conquistó el Campeonato de España de Aficionados en 1949. En la final, Manchón destacó sobremanera, abriendo el marcador y consiguiendo posteriormente el gol de la victoria (3-2) ante el Indauchu vizcaíno. Junto a él formaron con los culés ese día Biosca, Bosch, Aloy, Ferrer y Llebaría, todos ellos futuros jugadores del primer equipo azulgrana.

La temporada 1949-50 la realizó en el España Industrial, filial del Barça, pero Daucik le incorporó al primer equipo en la temporada siguiente. La expulsión del argentino Nicolau en Murcia permitió al joven Eduard debutar en la Liga contra el Valencia (2-1) el 8 de octubre de 1950, consiguiendo uno de los goles victoriosos. En la temporada siguiente (1951-52), la de las Cinco Copas -ganaron el Campeonato Nacional de Liga y el de España, la Copa Latina y los trofeos Duward y Martini Rossi y Serrat les dedicó la canción Temps era temps-, ya era titular formando en la delantera con Basora, César, Vila y Kubala, pues Moreno no sería habitual hasta un año después.

Ganó dos Ligas, cuatro Copas, una Copa Latina y formó parte del equipo blaugrana que inició la Copa de Ferias. Era un extremo izquierda veloz, hábil y con poderoso disparo a pesar de su poca estatura (1,66 m.). Escartín le hizo debutar con la Selección en el equipo B frente a Luxemburgo (1953) y un año después fue Iribarren quien le alinearía con la absoluta en Estambul, prólogo del desempate mundialista resuelto por el bambino.

En 1957 abandonó Barcelona para incorporarse al recién ascendido Granada y un año después recaló en el Deportivo coruñés (1958-59). No había cumplido los treinta años, pero estaba muy castigado por la dureza de los rivales. Tampoco se adaptaba a vivir fuera de su Barcelona por lo que regresó a sus orígenes. Todavía Iberia y Hospitalet se beneficiarían de su concurso. Después, la retirada; los veteranos del Barça; su asiento en el Camp NouCuando me llega noticia del fallecimiento de uno de los actores futbolísticos de mi niñez o juventud me invade la melancolía y un profundo sentimiento de gratitud por lo que me hicieron disfrutar. Descansa en paz.