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Liga de Campeones | Auxerre - Real Madrid

El Ferguson del Auxerre se llama Guy Roux

A los 23 años se convirtió en el técnico más joven de la historia del Auxerre. Dirigió al equipo durante 44 años, aunque con dos breves interrupciones: para hacer el servicio militar y para someterse a una operación de corazón. Ayer, Mourinho le saludó en la conferencia de prensa.

Guillermo G. Uzquiano
<b>ENCUENTRO. </b>'Mou' saludó a Roux en la conferencia de prensa y dijo que su presencia era "un placer".
helios de la rubia

En mayo de 1960, el Madrid conquistó en Glasgow su quinta Copa de Europa consecutiva. Un 7-3 inolvidable ante el Eintracht de Frankfurt. Mientras tanto, en el noroeste francés, un joven llamado Guy Roux (Colmar, 1938) trataba de consolidarse como mediocentro del Limoges, modesto equipo de Regional. Viendo sus dificultades para lograrlo, Roux decidió prepararse para obtener el título de entrenador. Obtuvo una beca para realizar un stage en Inglaterra, junto a los profesionales del Crystal Palace.

Al año siguiente, acudió a Auxerre para presenciar un amistoso entre el equipo local, en el que él mismo había jugado desde los 16 hasta los 19 años, y el Crewe Alexandra. En el descanso, la megafonía buscó a alguien que hablara inglés para que oficiara de traductor en los vestuarios. El Crewe tenía varios lesionados y pidió al Auxerre que le prestara uno o dos jugadores para poder acabar el partido. El propio Roux, que había bajado de la grada, se ofreció voluntario.

Su exhibición en esos 45 minutos fue tal que, finalizado el encuentro, Jean Garnault, presidente del Auxerre, le propuso volver al club. Roux subió la apuesta: aceptaría sólo en el caso de que pudiera convertirse en jugador-entrenador. Garnault titubeó, pero acabó cediendo. Así, en julio de 1961, con 23 años, se convertía en el técnico más joven en la historia del Auxerre. Comenzó entonces una aventura que duraría 44 años, con dos breves interrupciones: en 1962, para realizar el servicio militar (donde entabló amistad con Lionel Jospin, futuro presidente de la República), y en 2001, cuando una operación de corazón puso en serio riesgo su carrera.

Éxito.

El Auxerre empezó a subir escalones en el fútbol francés. En 1970 ascendió a Tercera, en 1974, a Segunda, y en 1980 alcanzó la Ligue 1, una división que ya no abandonaría. En el 84 llegó la primera participación europea, y en los noventa, los títulos. Primero, la Copa de Francia, y en el 96, la apoteosis: el doblete nacional. Creador de un prestigioso centro de formación, por sus manos pasaron futbolistas de la talla de Basile Boli, Laurent Blanc o Eric Cantona.

Pero en Francia, Guy Roux es mucho más que un simple entrenador de fútbol. En los 70 oficiaba como periodista hablando de sí mismo en tercera persona, tuvo una breve incursión en la política y su guiñol (un campesino que cuidaba sus tierras) fue uno de los más celebrados. Además, es objeto de muchas bromas por su amplia colección de gorros, su aspecto bonachón y su conocido paternalismo con los jugadores. Se dice que revisaba los cuentakilómetros de sus coches e incluso les iba a buscar por las noches a las discotecas.

Roux ha sido también un filón para los publicistas, protagonizando varios anuncios televisivos e incluso siendo portada de videojuegos. Desde su retirada, trabaja como comentarista para la televisión francesa. Hoy, desde una de las cabinas de prensa del vetusto Abbé Deschamps, verá cumplido uno de sus sueños. El Real Madrid, aquel equipo de Di Stéfano y Gento que arrasaba en Europa cuando él comenzaba a entrenar, se medirá con "su criatura", el humilde AJA, Asociación de la Juventud Auxerroise.