Liga de Campeones | Auxerre - Real Madrid
Incendio en la víspera y Benzema en el ataque
Mourinho se cargó a Pedro León y llamó a Juan Carlos, del Castilla.
La sorpresa llegó con la lista de convocados para el partido frente al Auxerre. Pedro León, el madridista más destacado contra el Levante, se quedaba fuera de la convocatoria "por decisión técnica" y su puesto era ocupado por Juan Carlos, 19 años, extremo zurdo del Castilla. El joven repetía convocatoria después de haber viajado a Valencia. En ese caso, su inclusión en la lista se vio favorecida, en alguna medida, por su expulsión ante el Pontevedra. La sanción le impedía jugar con el Castilla y le hacía apto para completar la expedición del primer equipo.
Cuando José Mourinho compareció ante los medios en Auxerre, la pregunta sobre Pedro León fue inmediata. En primera instancia, se zafó sin esgrimir más razón que su voluntad soberana. Luego, ante la insistencia de un periodista, saltó.
Lo más relevante de su intervención lo encontrarán en las páginas que siguen, pero quedó claro que Pedro León no había viajado por un problema de actitud en los dos entrenamientos posteriores al partido del Levante. Si también influyeron determinados gestos del futbolista durante el encuentro, Mourinho no lo dijo, aunque tampoco se descarta (ver vídeo en as.com).
Antecedente.
Los reproches públicos de Mourinho a Pedro León, despectivos con el jugador y el Getafe (también con la secretaría técnica del Madrid), activaron las memorias y las hemerotecas. Así supimos que en 2007, Mendilibar, a la sazón entrenador del Valladolid, comentó en estos términos la ausencia, por tarjetas, de su jugador Pedro León: "No es ningún trastorno, andaba como un mendrugo en los últimos partidos, no ha hecho nada en el juego dinámico, solamente le salva el balón parado".
Pero regresemos a Mourinho. Preguntado por Benzema, confirmó su titularidad, hilo que le sirvió para reprender a los periodistas, mucho más interesados en Pedro León que en el resto de titulares. Acto seguido se levantó y se marchó. De camino, eso sí, se detuvo a saludar a Guy Roux, leyenda estupefacta del Auxerre.
Hasta aquí, el show de Mourinho. Ahora habrá quien diga que todo estaba planeado y responde a una sofisticada estrategia de motivación. Es posible. Lo que pareció, sin embargo, fue el desbarre de un hombre que disfruta escandalizando y que olvida la institución a la que representa.
Ahora demos paso al fútbol. La titularidad de Benzema, se intuye que por Higuaín, parece recompensar su esfuerzo en los entrenamientos. Se supone, además, que el punta debería sentirse estimulado por jugar en Francia y por sus antecedentes con el Auxerre, al que marcó un gol a los 23 segundos cuando defendía al Lyon.
Para el Auxerre, lejos de un drama torturador, el partido es una fiesta. Después de siete encuentros de Liga sin una sola victoria (cinco empates, dos derrotas), la visita del Madrid es una ocasión para resucitar.
La dimensión del club convierte el intento en heroico. La ciudad cuenta con apenas 85.000 habitantes y el estadio no supera los 23.000. El equipo no tiene más estrella que Pedretti ni más inspiración que el abad Deschamps, fundador del club en 1905 y que da nombre al estadio. Su idea era rescatar a la juventud descarriada. Hoy sabremos cómo combinan sus buenas intenciones con el azufre de Mourinho.