... Y apareció Cavenaghi

La semana había tenido al delantero Fernando Cavenaghi en el punto de mira de algunas críticas porque después de tres partidos y medio no había visto portería y eso después de llegar con el cartel de goleador había empezado a suscitar más de una suspicacia. No deja de ser cierto que sus prestaciones estaban por debajo de su nivel y eso había que achacarlo a su llegada tardía a un equipo y una liga desconocidos para él. En la primera jornada ante el Real Madrid debutó tras el descanso y desde entonces su titularidad indiscutible había sido puesta en duda. Preguntado Laudrup por su insistencia en contar con él en el once titular, la respuesta del danés no dejó dudas: "Si le saco del equipo le estoy señalando con el dedo". Pues la apuesta de Laudrup dio su fruto y el argentino marcó los dos goles que le dieron al Mallorca los tres puntos ante un rival de su liga.

Desde el inicio del partido el equipo mallorquinista tomó la iniciativa y con un juego de combinación y velocidad empezó a dar avisos a una Real Sociedad muy tímida y muy pronto las intenciones mallorquinistas tuvieron premio, una media vuelta dentro del área de Cavenaghi ponía el 1-0 en el marcador. El delantero se estrenó en la Liga para abrir un partido que el Mallorca dominó durante los noventa minutos y en el que apenas concedió oportunidades a los jugadores de Lasarte.

De ahí hasta el descanso un tiro cruzado de Castro fuera y un tremendo zapatazo de Víctor Casadesús al larguero ya pudieron aumentar el marcador incluida una gran combinación entre De Guzmán, Ratinho y Nsúe que acabó con el canadiense haciéndose un lío dentro del área sin más consecuencias.

Sin agobios.

La segunda parte empezó con una Real más metida en harina, los donostiarras empezaron a llegar con más fluidez al área balear y pasó lo que se intuía, que el Mallorca cazaría a la contra el segundo gol. Una jugada de ataque bermellón acabó en saque de esquina con remate de Cavenaghi en el segundo palo que servía para sentenciar el partido con un 2-0 que pudo ser incrementado por Castro y el propio argentino en dos ocasiones más. La Real no llegó con peligro a la portería de Dudú Aouate y sólo aportó un remate de cabeza de Aranburu que no encontró portería.

Al final los de Laudrup ganaron el partido con una comodidad imprevista y ante una Real Sociedad que llevaba cuatro años sin visitar Palma y que por lo visto ayer se podría interpretar que ya van cinco años aunque estuvieran de cuerpo presente.

Con esta victoria el equipo bermellón consiguió su victoria número trescientos en Primera División. Es el decimonoveno equipo en llegar a esa cifra.