Liga BBVA | Athletic 3 - Mallorca 0
Plácida victoria del Athletic ante un Mallorca nulo
El conjunto bilbaíno sumó su segundo triunfo liguero de forma justa ante un rival ramplón y que no gozó de ninguna ocasión de peligro en los noventa minutos de partido. David López abrió el marcador con fortuna en la primera mitad. San José puso más tierra de por medio al transformar un penalti señalado por manos involuntarias de Nunes. Ya en el descuento, Iñigo Pérez certificó la goleada. Igor Martínez, despedido por San Mamés con una gran ovación, fue el mejor de su equipo y su figura crece a pasos agigantados en el conjunto vasco.
El Athletic afrontó su segundo partido de la temporada en casa con la obligación de ganar a un equipo que ha perdido a sus mejores jugadores y que atraviesa muchos problemas extradeportivos. Los puntos en juego, que tenían más valor aún debido a la visita del Barcelona el sábado, se querían conseguir con el juego exhibido en Gijón, bajando el balón al césped y desarrollando un fútbol vistoso y de toque, desechando la opción del continuo juego aéreo. Caparrós optó por dosificar a sus jugadores dando entrada en el once inicial a Iturraspe, David López y Muniain para dar descanso a Orbaiz, Gurpegui y Gabilondo. Igor Martínez fue el acompañante en ataque del enrachado Llorente ocupando el puesto del lesionado Toquero. En el Mallorca, el uruguayo Castro se recuperó a tiempo para la cita y fue titular, al igual que Aouate, que volvió a la portería bermellona tras cumplir con sus compromisos religiosos.
Aunque se daba por seguro que el Athletic tomaría la iniciativa y el Mallorca se iba a mostrar más especulador, cuando el balón echó a rodar no fue así. Los primeros minutos del partido se consumieron en una lucha de ambos equipos para hacerse con el dominio del balón y en las que las ocasiones brillaron por su ausencia, lo que convirtió el choque en un partido lento y totalmente carente de continuidad. Cerca del cuarto de hora de encuentro Javi Martínez probó suerte en dos ocasiones desde la frontal del área, pero ambas se marcharon desviadas. Fue Iraola con un lejano y fuerte disparo el que obligó a Aouate a emplearse a fondo por primera vez para evitar el tanto bilbaíno. El Athletic comenzó así a asentarse sobre el terreno de juego y a tomar la manija del partido a medida que avanzaban los minutos. Dos flojos cabezazos de Nsue resumen el pobre bagaje ofensivo del Mallorca en la primera parte.
Tanto el Athletic como el Mallorca pasaron muchos apuros a la hora de sacar el balón jugado desde atrás, algo que el equipo local intentó solucionar olvidándose de la medular por medio de balones colgados que tenían un único objetivo, el gigantón Fernando Llorente. Mientras tanto, el Mallorca no lograba rebasar la línea divisoria del centro del campo debido a la presión de los 'leones' y sus rápidos repliegues para evitar sustos a la contra. Todo esto dio como resultado una primera parte muy igualada y plagada de imprecisiones por parte de los dos contendientes. Igor Martínez gozó de una buena ocasión en el tramo final de los primeros cuarenta y cinco minutos, pero Aouate volvió a mostrar que es un seguro bajo palos repeliendo el disparo del rojiblanco.
Cuando parecía que ambos equipos se iban a marchar a los vestuarios con el empate a cero en el marcador, apareció David López para poner un centro a Llorente que acabó sorprendiendo a Aouate después de que ni el delantero local ni ninguno de los dos centrales visitantes, más pendientes de que el nueve rojiblanco no llegara al balón que de despejarlo, llegaran a tocar el balón. La fortuna se puso está vez de parte de los hombres de Caparrós, que se marcharon con ventaja por la mínima en el marcador al descanso.
El encuentro se reanudó con los mismos hombres que acabaron el primer acto y con una oportunidad muy clara para Fernando Llorente con un remate de cabeza que acertaron a despejar entre Aouate y la zaga bermellona no sin dificultades. El Athletic comenzó la segunda mitad como acabó la primera, marcando el ritmo de partido y gozando de las mejores ocasiones de peligro, en las que siempre intervenía un incisivo e hiperactivo Igor Martínez. El ex del Alavés se está ganando a pulso la continuidad en el equipo tras los dos partidos en los que Caparrós le premió con la titularidad. Con el paso de los minutos, ambos equipos comenzaron a dar muestras de querer imprimir una velocidad mayor al choque, unos en busca del empate y otros en busca de la sentencia. Sentencia que llegaría a media hora del final por medio de un penalti señalado por Teixeira Vitienes por mano involuntaria de Nunes dentro del área y que se encargó de transformar Mikel San José.
Con el segundo tanto de los 'leones', el Mallorca intentó arrebatarle el timón del partido al Athletic para acortar distancias lo antes posible y tener esperanzas de pescar en San Mamés hasta el último momento del partido. A pesar de las buenas intenciones de los hombres de Laudrup, los locales no estaban por la labor de entregar la posesión del esférico a su rival y continuó atacando por las alas con la intención de lograr el tercero y asegurar de forma definitiva los tres puntos. Con La Catedral respirando ya a pleno pulmón, Caparrós comenzó a retirar efectivos pensando en la visita del Barcelona el sábado. San Mamés se puso en pie para despedir con una gran ovación a Igor Martínez, que dejó su puesto en el verde a Susaeta. Minutos después De Marcos entró en lugar de David López e Íñigo Pérez lo hizo por Muniain.
El último cuarto de hora de partido transcurrió con calma en San Mamés. El Mallorca lo siguió intentando, pero su fútbol ramplón y lento no puso en apuro alguno a los hombres de Caparrós. Los locales no desecharon en ningún momento la opción de hacer el tercero y de hecho era el equipo vasco el que lograba un nuevo tanto ya en el descuento por medio de Íñigo Pérez. El pitido final certificó la segunda victoria liguera del Athletic, primera en San Mamés, que llena al equipo bilbaíno de moral para recibir al todopoderoso Barcelona de Guardiola en tan sólo cuatro días. El Mallorca suma su segunda derrota y queda con cuatro puntos de doce posibles en la clasificación.