Los Cármenes tienen que ser hoy un fortín

La primera final del Granada ha llegado demasiado pronto. Sabedores de que esperan sucesivamente Las Palmas, Rayo Vallecano y Salamanca, los aficionados rojiblancos anhelan cantar los primeros tres puntos para no verse envueltos en verdaderos problemas. Para afrontar tan importante cita, Fabri revoluciona el equipo, cambiando de sistema, apostando por dos referencias en el ataque y dejando fuera del campo a grandes incorporaciones como Carlos Calvo y Orellana, tan criticados después del partido de Albacete.

Pero el gran problema del técnico gallego va a estar en la zaga, donde sólo Lucena cuenta con experiencia en Segunda División (es el que más ha jugado, con cinco partidos). Tanto Mensah como Nyom y Siqueira son prácticamente debutantes y los cuatro deberán demostrar que son competitivos en la categoría de Plata, para que el Granada pueda superar a otro recién ascendido como la Ponferradina, al que ya ganó el título de campeón de Segunda B. Diego Máinz, el mejor defensor rojiblanco, se perderá al menos cuatro partidos de competición al confirmarse una rotura en los isquiotibiales de su pierna derecha.

Habrá que ver cómo se ha recuperado físicamente la Ponferradina del encuentro disputado en Alcorcón. Queco Piña podría volver a ser titular en portería tras su gran actuación en Copa, donde debutó Ibán Cuadrado en la defensa. En el centro del campo vuelve Toribio tras una leve sobrecarga, y arriba la titularidad será para Iván Pérez y Mayor.