"Me motiva ser el jefe y capitán de este Betis"

A Emaná se le ve más mentalizado.

Siempre he estado mentalizado, pero ahora están saliendo muy bien las cosas y lo que pensaba mucha gente sobre mí ha cambiado. Siempre he dado pruebas de estar involucrado con el Betis.

¿Está más feliz?

Soy de los veteranos y por eso siempre estoy alegre para contagiar e implicar a todos los nuevos. Si tengo cara de mala persona todo será peor. Además, soy uno de los capitanes y debo dar ejemplo a todos.

¿Le motiva ser el capitán?

Me da mas responsabilidad en este equipo. En mi familia soy el jefe y aquí con el brazalete también estoy más implicado. Además, así se cierra la boca de algunas personas. Es una alegría para mí tener la confianza del entrenador.

Está haciendo una buena pareja con Rubén Castro.

Es un delantero con mucha magia, al igual que Molina. Dan mucha alegría. Rubén siempre me dice "voy a ponerla picadita". Y al final la pone y marca como en Granada y Elche.

¿Está usted mentalizado para quedarse todo el año ya en el Betis?

Desde que acabó el Mundial sabía que me quedaría. No quiero hablar de irme porque eso da muchos problemas y mi única forma de hablar es en el campo. En el mercado de invierno ya se verá.

¿Le dolió que no llegaran grandes ofertas por usted este verano?

Sí que llegaron, pero el mercado está complicado. Además, sin conocer quien manda en el club, los equipos no sabían ni a quién dirigirse.

¿Qué le pareció cuando Oliver dijo que el año pasado eran unos mercenarios que no querían subir?

El fútbol es un juego, pero tenemos que jugar por algo. Todos queríamos subir. Sergio se lesionó y era muy importante, Pavone también estuvo tiempo fuera... No tuvimos suerte.

¿Les ha perdido perdón?

No ha dado explicaciones, pero no voy a ir en su contra porque él decía lo que salía de su corazón. Eso sí, en esta vida somos todos mercenarios.