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Liga Adelante | Villarreal B 0 - Las Palmas 3

Jonathan Viera dirige la sinfonía de Las Palmas

El Villarreal B se desfondó tras el segundo gol de Guayre.

Valentín De Félix
<b>ALEGRÍA SIN FIN. </b>Los jugadores de Las Palmas celebran el gol que marcó Josico ante el Villarreal B ayer en el Mini Estadi.
ALEGRÍA SIN FIN. Los jugadores de Las Palmas celebran el gol que marcó Josico ante el Villarreal B ayer en el Mini Estadi.

La Unión Deportiva durmió líder anoche de la competición tras un encuentro con ramalazos exquisitos. El Villarreal B apenas pudo poner oposición a los hombres de Paco Jémez, que tras el primer gol de Josico, un viejo conocido de la casa, tuvo el encuentro en clara franquicia. Jonathan Viera, en plan figura, le otorgó la identidad necesaria al ataque canario y movió los hilos cuando tuvo la pelota en sus botas. Los locales, que salieron a morder, claudicaron cuando Guayre anotó el segundo.

El encuentro comenzó alejado de lo que anunciaba el cartel, puesto que ambos equipos se entregaron en una lucha de trincheras para encontrar la posesión del balón. Si bien el Villarreal B percutía con insistencia por la banda derecha a través de las galopadas de Mano y Iago Falqué, no es menos cierto que la Unión Deportiva se acercaba con evidente peligro cuando el cuarteto atacante tomaba el mando de las operaciones.

En un córner, mal defendido por el filial castellonense, llegó el primer punto de inflexión del duelo. El toque de cabeza de David García llegó a la testa de Josico que solo en el área pequeña envió al fondo de la portería. El gol de la Unión Deportiva destapó la caja de Pandora del frente de ataque canario. Jonathan Viera, primero, y después Vitolo pudieron engordar la cuenta forastera antes del descanso, aunque Marquitos también tuvo una buena opción frente a Barbosa.

A la contra.

La salida en tromba del Villarreal B en la segunda mitad fue un regalo para Las Palmas. Con espacios kilométricos a la espalda de la zaga, la velocidad de los mediapuntas canarios descuartizó la resistencia local. Guayre, con un tiro libre directo impecable, amordazó al pequeño submarino con el segundo de la noche. Los locales apenas pudieron recuperar el pulso al llegar muy rápido el tercero en un contragolpe de libro y videoteca. La puntilla de Jonathan Viera estableció el resultado definitivo cuando aún quedaba media hora para el final. De ahí al pitido del árbitro, la Unión Deportiva se lució con distinción, toque y paredes imposibles, mientras que para el Villarreal B fue un auténtico suplicio. Los canarios, vestidos ayer de blanquinegros, cocinan un equipo que amenaza con ser la sensación de la Liga.