Liga BBVA | Real Sociedad 1 - Real Madrid 2
Mourinho aprende a sufrir en la Liga
El Madrid sobrevive ante una gran Real Sociedad gracias a un golazo con la derecha de Di María y otro de Pepe, tras desviar un lanzamiento de falta de Cristiano. Tamudo marcó el gol local. El equipo blanco duerme líder.
El Real Madrid sumó su segunda victoria de la temporada en Anoeta ante la Real Sociedad en un partido frenético por parte de ambos conjuntos. Locales y visitantes gozaron de numerosas ocasiones de gol y alternativas en el dominio del choque. Tras una primera mitad en la que tan sólo faltaron los goles, Di María inauguró el marcador con un gol de bella factura logrado con un derechazo que se coló por la escuadra del meta realista. Cuando mejor tenían el partido los de Mourinho, apareció Tamudo para empatar con la rodilla tras un saque de falta de Griezmann. Un golpe de fortuna sirvió a los blancos para marcar su segundo tanto que, a la postre, resultaría definitivo. Un saque de falta de Cristiano Ronaldo fue desviado por Pepe, incrustado en la barrera local, y dibujó una parábola imparable para Bravo.
Tras tres años de ausencia debido al periplo de la Real en el infierno de Segunda, el Real Madrid volvió a visitar Anoeta. El equipo de Mourinho llegó a Donosti en el mejor momento de la temporada después de la drástica mejora que ofreció en su juego ante el Ajax en Liga de Campeones. Los madrileños saltaron al césped con su once de gala y con Cristiano Ronaldo hambriento de gol al seguir de vacío esta campaña. Los blancos eran conscientes de que Anoeta es un campo complicado en el que se dirimen partidos bravos y en el que la lucha es vital para conseguir algún botín. Ambos equipos llegaron a la tercera jornada sin conocer la derrota, una victoria y un empate por bando. Joseba Llorente, uno de los fichajes más rimbombantes del conjunto vasco para este ejercicio no logró recuperarse de su lumbalgia y se perdió la gran cita en favor de Tamudo.
El comienzo del partido fue lo más parecido a un paredón de fusilamiento donde la víctima era la Real Sociedad y el Real Madrid ejercía el papel de verdugo armado con cuatro fusiles de alta precisión que respondían a los nombres de Di María, Özil, Cristiano e Higuaín. El conjunto local no dudó en entregar el balón a los de Mourinho y esperar a su rival replegado atrás, mientras que el equipo merengue se mostraba muy rápido en las jugadas ofensivas y en la recuperación del esférico. Todo el buen hacer del Real Madrid, sumado a una defensa muy adelanta, posibilitó que en los primeros nueve minutos sus jugadores bombardearan la portería de Bravo con hasta cuatro disparos, cumpliendo así una de las premisas ordenadas por Mourinho, acabar todas las jugadas de ataque. Aún así, con la Real sufriendo y sin poder salir de su campo, la ocasión más clara estuvo en la cabeza del francés Griezmann a los seis minutos del inicio.
Al borde de la media hora de juego, la Real, llevada en volandas por su afición, despertó de su letargo y fabricó la mejor ocasión de gol de la primera mitad. El conjunto de Lasarte se sacudió el dominio al que se estaba viendo sometido y un pase de Tamudo habilitó a Griezmann para que el centrocampista errara de forma incomprensible un mano a mano con Casillas. Con un simple golpe de vista quedaba clara la idea de los locales de intentar entrar de forma constante por las bandas, dada la dificultad de hacerlo por el centro con Xabi Alonso, Khedira, Pepe y Carvalho. El defensa portugués fue precisamente el que evitó con la punta de su bota que Tamudo abriera el marcador a quince minutos del descanso. El paso del tiempo diluyó al Real Madrid dominador y que dictó el guión del partido en su comienzo. El equipo de Mourinho acabó rompiéndose y el conjunto vasco acabó el primer tiempo como dominador absoluto de la contienda.
Como si de un calco de la primera mitad se tratara, el Real Madrid salió tras el intermedio con la intención de tener el balón, llevar la iniciativa e ir hacia arriba. Ante ellos, una Real Sociedad que seguía presionando con la intención de robar el balón al conjunto blanco para salir rápido al ataque. En esta ocasión no hubo que esperar tanto para que los hombres de Mourinho lograran abrir la lata. A los seis minutos de la reanudación, Di María se internó en el área rival por banda izquierda e inventó una genialidad en forma de derechazo que se coló por la escuadra de Bravo. El primer gol oficial del argentino desde su llegada al Santiago Bernabéu ponía el partido donde el Madrid quiso tenerlo desde el principio, con el rival volcado para matar a la contra. Fue entonces cuando apareció Tamudo en el área pequeña para rematar con la rodilla un saque de falta de Griezmann que igualó el partido y rompió el guión merengue.
Con el empate de nuevo en el marcador, la Real volvió a meterse en un encuentro que quedó huérfano de dominador y se convirtió en un choque de ida y vuelta en el que ambos equipos buscaban el tanto que por aquel entonces ya se antojaba definitivo. A falta de quince minutos para la conclusión, la buena suerte se alió con el Real Madrid. Un lanzamiento de falta de Cristiano Ronaldo fue desviado por Pepe, incrustado en la barrera realista. El defensa portugués lograba así adelantar de nuevo a su equipo en el marcador. Los cambios introducidos por Mourinho tras el segundo tanto, Lass por Özil y Granero por Di María, dejaron clara la intención del técnico luso, dar por finalizado el encuentro y sumar su segunda victoria liguera para dormir líder a la espera de la disputa del resto de encuentros de la jornada.