NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Liga de Campeones | Bursaspor 0 - Valencia 4

La Cuperativa de Emery

El Valencia vuelve a la élite por la puerta grande

Miguel A. Vara
<b>EL GOLAZO DE TINO COSTA. </b>El argentino marcó uno de los mejores goles de la primera jornada de la Liga de Campeones.
EL GOLAZO DE TINO COSTA. El argentino marcó uno de los mejores goles de la primera jornada de la Liga de Campeones.alberto iranzo

No hay duda de que el hombre del partido fue Tino Costa y volveremos sobre él, pero sería injusto personalizar lo de anoche en un solo futbolista porque ésa no es la filosofía de este Valencia, ni lo que se vio sobre el césped del Atatürk. En su regreso a la Champions, los ches volvieron a sus orígenes, recuperaron el espíritu y las características de aquel Valencia que fue grande en el continente, el de las dos finales, el de Cúper. Un bloque en el pleno sentido de la palabra, un equipo sin fisuras, lo que se bautizó como la 'Cuperativa'. Pues bien, Emery ya tiene la suya, la única solución ante la fuga de cracks era volver a aquel perfil solidario y se ha logrado. Dio gusto ver a los jugadores más talentosos sacrificarse y la mentalización y seriedad con la que se salió para liquidar a un rival que se antojaba brioso y que el excelente fútbol de los de Unai apagó en un encuentro magistral. Victoria y rodillo de Champions pero por encima de eso está el cómo y ahí la noticia es que hay un estilo definido y que éste funciona. Nace la Cuperativa de Emery, veremos hasta dónde llega en una Champions a la que se ha entrado dando una patada a la puerta.

Si había algún conato de quemarse en el infierno, el Valencia salió con una personalidad tremenda, acaparando la posesión y sabiendo qué hacer con cada balón. No importaron los múltiples cambios en el once, la filosofía es tener piezas intercambiables de un nivel notable, sin el pico que te dan las estrellas, pero sin los bajones que había cuando éstas no jugaban. Todos lo bordaron, interiorizando que tan importante es defender como marcar, pelear como asistir, tirarse a ras de césped como rematar a puerta. Pero por encima de todos quedó el talento de Tino Costa, la gran apuesta del verano, el hombre que se compró con parte del dinero de Silva. El argentino no había arrancado, pero no estaba dispuesto a esperar más y ayer irrumpió ante toda Europa logrando lo que soñaba cuando siendo un niño se marchó de Buenos Aires. Costa hizo un golazo que silenció a los turcos y se apuntó un medio tanto que remachó Aduriz. Los dos debutaban en la Champions, así es esta Cuperativa de Emery en la que el hambre les hace volar.

Quedaba aguantar el segundo arreón otomano, su obligada carga en busca de la remontada, pero el Valencia granítico seguía estando ahí. Volvemos al Tino, que a la hora de partido dejó una acción ejemplificadora. El argentino se arremangó para correr hacia su área 70 metros y salvar un gol cantado que hubiera dificultado la noche. Tan básica fue esa acción como su gol anterior. Ahí murió el Bursaspor, que hincó la rodilla con el tercero de Pablo, otro que se sacrifica en pos del beneficio grupal. Y para culminar un regreso glorioso, el de Soldado, apenas salió, gol.