El infierno era no estar

Entre los tópicos de las competiciones europeas está lo del infierno turco cada vez que toca visitar este país. El Bursaspor no escapa a esto y aseguran los pocos que lo conocen que la fortaleza del cuadro otomano es su estadio, jugar como local y que sólo así ha podido acabar con la hegemonía de Galatasaray, Fenerbahçe y Besiktas para llevar la Champions fuera de Estambul. El Valencia es sabedor de esto, pero no lo teme porque para los ches, el infierno era no estar aquí, no disputar una Liga de Campeones de la que llevaba ausente dos ediciones. Por eso, tras conseguir un brillante regreso, ya nada le asusta, de nada se queja, porque sabe que peor es verlo por televisión y peregrinar por la Europa League.

Será el estreno de Emery en la Champions y también de varios de sus jugadores lo que revela el perfil poco galáctico de este remozado Valencia que apuesta por otras armas. El deseado aire físico y combativo que busca imprimirle a su bloque Unai encaja bien en citas como la de esta noche, en la que se prevé batalla, presión y noche de tacos afilados.

Dudas. Nada le va a regalar el Bursaspor, ni su afición, ni una ciudad orgullosa de arrebatarle la Champions a Estambul, pero lo cierto es que su plantilla no posee primeros espadas. La misma filosofía de un Valencia en el que se esperan rotaciones aprovechando que ya no hay intocables en el vestuario. Si en los años precedentes se sabía que jugarían Villa, Silva y nueve más, ahora el único inamovible es César. A partir de ahí, hay pocas cosas claras, incluida la opción de cambiar de dibujo. Todo por la baja de Banega, que estaba de dulce y cuyo vacío aún no está claro que pueda llenar Tino Costa. Y hasta aquí alcanza lo deportivo, porque lo demás entra en el terreno de lo emotivo, de lo intangible del prestigio, de la búsqueda del tiempo perdido por un Valencia que nunca debió salir de la Champions y que ahora regresa ante unos 'Caimanes verdes' que está por ver si de verdad muerden tanto.

Un triunfo, un empate y una derrota en sus visitas a Turquía

El Valencia se midió en tres ocasiones a equipos turcos obteniendo todos los resultados posibles. La única derrota llegó ante el Gençlerbirligi (1-0) en un partido marcado por los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, ya que se jugó en la misma fecha. Antes, en la tercera ronda de esa misma edición de la Copa de la UEFA, los de Benítez vencieron al Besiktas por 0-2, con goles de Angulo y Sánchez. Este equipo fue el primer anfitrión de los ches en tierras turcas. El equipo español arrancó un empate a dos (Piojo y Vlaovic).