N''Doye resolvió de cabeza un partido igualado

Un remate de cabeza del delantero senegalés Ousmane N''Doye, en el minuto 87, le dio al Copenhague el triunfo en un partido con un tiempo para cada equipo, en el que el conjunto danés fue más efectivo.

El Copenhague hizo una primera parte decepcionante, incapaz de superar el inteligente planteamiento del Rubin Kazan, que lo esperó en su campo, con las líneas muy juntas y la defensa adelantada, sin dejar espacios al campeón danés.

Ni un solo tiro entre los tres palos hizo el equipo local en ese período, y a excepción de un par de contraataques mal conducidos por N''Doye al principio del partido, cuando la defensa rusa estaba descolocada, el único peligro danés vino en un córner muy cerrado sacado por Vingaard que Ryzhikov mandó fuera con algún apuro.

Bien atado Jesper Grønkjaer, al que no le dejaron un metro para encarar por la banda, y sin nadie que se atreviera a desbordar o a hacer una combinación, al Copenhague sólo le quedó el recurso del balón en largo, que normalmente acababa en fuera de juego o en poder de la zaga rusa, en la que no jugó el español César Navas, sancionado.

El poco peligro que hubo vino de parte del Rubin Kazan, que volvió a demostrar que es un equipo temible a la contra por su rapidez, y que tuvo en el lateral izquierdo argentino Cristian Ansaldi a uno de los mejores: seguro en defensa y muy incisivo en ataque, jugando a veces casi más de extremo.

Tuvo el gol el equipo ruso en un lanzamiento desde el borde del área del italiano Salvatore Bocchetti que Wiland desvió a córner y en un par de centros desde la línea de fondo a los que Martins, solo, no llegó por poco.

El Rubin Kazan tuvo una salida arrolladora en la reanudación, con una gran jugada de Murawski y, sobre todo, una contraataque de libro en el que Antonsson salvó el gol cantado tirándose a los pies de un delantero ruso; el rechace lo mandó alto por poco Kaleshin.

El Copenhague sí respondió esta vez con más arrojo y le metió una marcha más al partido, que se empezó a abrir para los dos equipos.

Un tiro de Kvist tras una buena pared en la frontal con Vingaard fue el primer aviso del equipo local, más reconocible intentando abrir el juego por las bandas para crear superioridad con las subidas de Pospech y Wendt, los dos laterales.

El Rubin perdió presencia en ataque con la salida de Martins y empezó a volverse más conservador, mientras Grønkjaer y Claudemir avisaban con dos lanzamientos lejanos y N''Doye volvía a demostrar su torpeza desaprovechando una buena llegada de Christian Bolaños.

La salida del costarricense, que se fue a la banda derecha, permitió a Grønkjær jugar de falso delantero, donde empezó a hacer daño: de una jugada suya salió un buen pase que el brasileño Claudemir golpeó de forma deficiente desde la frontal.

En la única contra clara en media hora, el Rubin tuvo el gol, pero Kasaev tiró a la basura con un pase horrible lo que hubiera sido el 0-1.

Como a veces ocurre en estos casos, la negligencia rusa la aprovechó el Copenhague en un lanzamiento de falta de Vingaard en el que N''Doye fusiló de cabeza ante la pasividad de la defensa visitante e hizo buena la predicción del noruego Solbakken, el técnico del equipo danés, que ayer había pronosticado un 1-0.