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Real Madrid 1 - Osasuna 0 | La reacción del Bernabéu

El flechazo con 'Mou' comienza a diluirse

Entusiasmó más la derrota culé que el 1-0 a Osasuna

<b>EN EL FOCO. </b>Mourinho tuvo que escuchar cómo el público del Bernabéu despidió a sus jugadores al descanso con una sonora pitada.

Por la mínima y sin entusiasmar. La búsqueda de la excelencia vuelve ser una tarea a medio plazo para el Madrid. El aficionado madridista que acudió al Santiago Bernabéu entusiasmado con el pinchazo inesperado del Barcelona abandonó el coliseo de La Castellana con la zozobra de los últimos años. Y en sus cabezas resonaba el dato de Míster Chip en Onda Cero de que Casillas entraba en la historia por mantener la puerta a cero en las dos primeras jornadas ligueras, como ya hizo en la temporada 2004-2005. Gusta más afinar en ataque que ajustar la defensa.

Paciencia. En la zona noble del club no se quiere dar la sensación de que hay preocupación. "Es pronto y el equipo se tiene que acoplar", es el mensaje repetido entre directivos, ejecutivos y empleados. Gustó la alineación de Mourinho, que sonó a guiño a la autoridad del club. Pero el fútbol no ha cambiado y salvo los destellos de Özil, el Madrid sigue ganando al contragolpe.

Nadie lo dirá públicamente, y se cuidará mucho de que trascienda su opinión, pero entre los dirigentes del Madrid se va esfumando el efecto Mourinho y sólo se han disputado dos jornadas ligueras. Esa misma sensación se desprendía de la grada. El flechazo inicial con el técnico portugués cuesta mantenerlo y el socio debe volver a asimilar el mensaje que ofreció Mourinho en la conferencia de prensa posterior sobre que el equipo está en construcción y lo más importante ahora es no perder. Un mensaje lógico, pero que se va repitiendo año a año.

El socio, que se rompió las manos para aplaudir la derrota del Barça cuando apareció en el marcador el resultado, no aplaudió con la misma intensidad a los suyos cuando certificaron la victoria ante Osasuna. Y dieron toques de atención con silbidos en varias fases del partido, personalizados en Cristiano, que jugó contra el criterio de los médicos en una demostración de ordeno y mando de Mourinho.

Agrado. Eso sí, la alineación que dispuso el portugués agradó a los que mandan y a los socios. Poner todo el arsenal sobre el césped es un síntoma de haber entendido rápido que en el Bernabéu no se debe jugar a especular. Otra cosa es que Mourinho volviera a recordar la conclusión de que si se le rompe uno de los puntas tendrán un problema. Entre líneas se volvió a leer el malestar de Mou porque no se fichó un nueve, su única petición junto a la de Maicon. Eso sí, Özil agradó a todos con su fútbol.