Masacre albinegra

Se le exigía al Cartagena recuperar las buenas sensaciones mostradas en el arranque liguero en Chapín, darle una alegría a la afición y olvidar los dos tropiezos consecutivos en casa ante Rayo y Elche... y el equipo de Juan Ignacio cumplió con matrícula de honor. Los albinegros no sólo volvieron a contentar a sus incondicionales sino que, además, pasó el rodillo por encima de un filial que, atónito, se llevó una manita. Los de Luis Enrique no tenían nada que hacer, sólo verlas venir y tratar de aguantar el chaparrón. Porque el Cartagena estuvo perfecto, los cambios dieron otro aire, Cala y Pablo Ruiz estuvieron segurísimos y Keko demostró ser un puñal por la derecha. A Toni Moral se le sacó de la banda, se le asignó la tarea de socio de Toché y el resultado no pudo ser mejor.

El Cartagena, herido, salió sin piedad desde el arranque. El santomerano contó con varias ocasiones claras, pero no completaba la faena. La lata la abrió Cala tras fallar Oier en un balón aéreo. Pablo saltó más alto, el balón quedó suelto y el central andaluz puso el primero. A partir de ahí todo fue mucho más fácil. Era cuestión de tiempo. Longás bailaba en la medular, Lafuente tiraba diagonales en una banda, Keko ganaba la línea de fondo en la otra banda y Toni Moral buscaba estrenarse como goleador albinegro.

Y no hay mejor arma, que aquella con la que has aniquilado recientemente a tu presa: Botelho. El brasileño se marcó un sprint con balón de 60 metros al que Thiago no pudo ni seguir... Pase a Toché y 2-0. Festival albinegro.

Sin piedad. No levantó el pie del acelerador el Cartagena tras el descanso y en apenas dos minutos, con papeles intercambiados, llegó el tercero. Toché ganó la línea de fondo, Keko la dejó pasar como haría el santomerano en cualquier otra jugada y Toni Moral batía a Oier. Minutos después, mismos protagonistas, esta vez en la frontal. Otra genialidad del '9' y segundo tanto del catalán.

El filial, que sólo tenía fútbol en el incombustible Thiago y el talentoso Nolito, intentó irse arriba con los cambios. Nada, no había manera. Al final, Benja hizo el del honor y Víctor, que entró en el tramo final, reivindicó su parte del pastel cerrando la goleada.

El Cartagonova, cuyo césped requiere esa siembra urgente que está prevista para mañana, vibró. El público hizo la ola, rememoró el arranque de temporada anterior y sueña más que nunca con ver a sus futbolistas en la parte alta de la tabla. Quitando el injusto tanto del Elche hace siete días, y tras los recitales de Chapín y el de ayer, la ciudad portuaria se afianza como máximo aspirante. Puntos, goles... y también fútbol espectacular. Además, este año, Juan Ignacio cuenta con un fondo de armario que ya lo quisieran muchos rivales. Y ahora, a picar en Soria.