Los talentos invitan al estadio

He cruzado océanos de tiempo para encontrarte". Esto que susurraba Drácula a su amada en la obra de Bram Stoker podría aplicarse a los aficionados de la Unión Deportiva. Mucho tiempo después encuentran motivos para acercarse cada quince días al estadio de Gran Canaria. Hay atracción y también mariposas en el estómago antes de cada partido. Sensaciones que ya estaban rancias en el alma del personal. Los hinchas comienzan a enamorarse de un grupo de futbolistas que derrama ilusión tras una profunda depuración del vestuario este verano. Hoy, espera el Alcorcón que aún conserva su mística tras su hazaña copera.

El primer partido de Las Palmas frente al Nástic contradijo los prejuicios aplicados al futbolista de la casa: Hay carácter. También se descubrieron otros valores que fueron multiplicados en El Alcoraz la semana pasada: Combinación, descaro y posesión. Tres virtudes que alumbraron la actuación en Huesca, aunque la puntería no alcanzara para el botín mayor. Esta vez, en casa, los halagos recibidos deberán convertirse en carne, es decir, en puntos. Los veteranos se han encargado de aplacar los ramalazos de delirio. Pignol, que se encuentra aún renqueante, y Guayre, que partirá como titular tras la lesión de Javi Guerrero, han despachado durante la semana un mensaje inequívoco: "No hemos hecho nada".

Los hombres curtidos saben que la denominada "categoría perra" esconde desengaños en cualquier esquina. El Alcorcón de Anquela presume de dominar escenarios de culto y el Gran Canaria, convertido en un vodevil hasta hace bien poco, es una plaza apetecible para este grupo de proletarios de los extrarradios de Madrid.