Los internacionales de Mourinho llegaron sanos

En pequeños grupos, los 12 internacionales del Madrid (volvieron todos sanos) más el resto de la plantilla que se quedó en cuadro durante la pasada semana, fueron saltando al césped de Valdebebas. Mourinho y sus ayudantes les esperaban ansiosos en el círculo central. En más de cien días de trabajo, era la octava sesión en que el técnico dirigía a su plantilla (ya cerrada) al completo. Ahora sólo hay dos días por delante (el de ayer fue de exclusiva recuperación) para preparar el partido ante Osasuna. Y ya lo dijo el mismo técnico en su entrevista a AS para defenderse de la pobre imagen del Madrid ante el Mallorca en la primera jornada: "No soy Harry Potter...".

Al problema de la falta de tiempo para asimilar el sistema se une el de las lesiones. Cristiano (se le espera ante el Ajax el día 15), Albiol, Garay, Gago y Kaká siguen ocupando la enfermería. Por este motivo, Mourinho llamó ayer con el primer equipo (ya es una costumbre) a los canteranos Alex, Juanfran, Morata y Sarabia.

También fue ayer una jornada de reencuentros. Hubo tiempo, para los argentinos y españoles, de comentar el partido del Monumental. Todos los internacionales se abrazaron efusivamente al volver a verse con el resto de sus compañeros. Mourinho los dividió luego en dos grupos: de un lado los internacionales (a los que se unió Lass, aún renqueante de una contractura); del otro lado, los no internacionales, a los que se unieron Ramos, Di María y Diarra, los futbolistas que menos jugaron con sus respectivas selecciones.

El técnico felicitó a sus delanteros

El puesto de delantero se ha convertido en una preocupación para Mourinho, que vio cómo ante el Mallorca se generaron muchas ocasiones de gol sin que ninguna entrara. Por eso el técnico no dudó en hacer ayer sendos apartes con Benzema e Higuaín (que podrían jugar juntos el sábado). Los dos marcaron tantos de gran belleza ante Bosnia y España.