Rooney se crece y lleva a Inglaterra a un cómodo triunfo

"Ya os dije que mi chico iba a meter un tanto". Así celebró Rio Ferdinand en Twitter el primer tanto inglés que, como no pudo ser de otro modo, lo marcó Rooney al poco de empezar un encuentro muy serio de los ingleses.

El delantero del Manchester United no lo celebró en exceso, pero fue el único momento en que prefirió pasar desapercibido en un partido en el que todas las miradas estaban puestas en él y en su rendimiento. Quiso ser protagonista desde la salida al campo: con el pelo recién cortado a lo marine que endurece incluso más su gesto, exigió el balón desde la posición de diez o de segundo delantero, repartió juego o entró al área en el momento adecuado, como en su gol.

En la misma jugada se lesionó Walcott, que acabó en el hospital para averiguar la extensión de su lesión en el tobillo derecho. Le sustituyó Adam Johnson, el quinto futbolista del City en el campo, pero el juego no cambió: presión ante la salida del balón, velocidad por banda, dinamismo en ataque. Durante dos tercios del encuentro, los suizos fueron incapaces de dar dos pases seguidos o de poner en aprieto al joven guardameta inglés, que tuvo sus momentos de duda.

Su ascensión sobre el juego en la segunda mitad, con la ayuda de un Hart dubitativo, pareció quedar detenida en seco por la expulsión de Lichtsteiner y poco después por el gol de Adam Johnson, pero Shaquiri dejó en evidencia a Hart y dio suspense a un partido que los ingleses acabaron venciendo con comodidad.