Eslovaquia se lleva de Moscú tres puntos de oro

Eslovaquia consiguió hoy tres puntos de oro al derrotar como visitante a Rusia con un gol de Miroslav Stoch, que aprovechó un fallo de la defensa rusa para darle la victoria a su selección con un tiro cruzado que hizo enmudecer al estadio Lokomotiv de Moscú.

En vísperas del partido el técnico eslovaco, Vladímir Weiss, el mismo que llevó a su selección a los octavos de final del Mundial de Sudáfrica, había declarado que se conformaba un empate, con lo que le concedió a Rusia la condición de favorita.

Esto quedó de manifiesto en el planteamiento táctico de Eslovaquia, que entregó desde el comienzo la iniciativa a los dueños de casa.

Alentada por su público, Rusia se volcó desde primer minuto sobre la portería de la selección eslovaca, defendida por Ján Mucha, pero sin crear verdadero peligro.

Los dos tiros de esquina que Eslovaquia cedió al inicio del encuentro fueron resueltos sin problemas por sus espigados defensores, que se dieron maña para contener al activo ariete ruso Pável Pogrebnyak.

El mediapunta ruso del Arsenal Andréi Arshavin, que hizo el viernes pasado un buen partido ante Andorra, no acertaba a conjuntarse con sus compañeros, que se estrellaban una y otra vez antes la ordenada defensa eslovaca.

Hacia la mitad de la primera parte, los visitantes comenzaron tentar suerte en el territorio del rival y, ya en el m.27, el primer tiro eslovaco a la portería defendida por Ígor Akinféev se convirtió el gol.

Un error defensivo, un rechace apresurado del cancerbero ruso al recibir un pase atrás de un defensa, fue aprovechado magistralmente por Stoch, que recogió el balón, burló con una finta a su marca y batió a Akinféev con un potente tiro de pierna derecha desde casi el vértice del área grande.

Rusia redobló su presión sobre la portería contraria y, cuando faltaban escasos minutos para el descanso, Pogrebnyak estuvo a punto de conseguir la igualdad, pero su zurdazo salió ligeramente desviado.

En el comienzo de la segunda parte, los eslovacos salieron al ataque, pero poco a poco la selección rusa, dirigida por su nuevo técnico, el holandés Dick Advocaat, se hizo nuevamente con el control del balón.

Sin embargo, Rusia no rentabilizó la posesión del esférico. En el m.55, Arsavhin tuvo el empate en sus botas, pero elevó el balón sobre el travesaño

Corrían los minutos y los ataques rusos chocaban irremediablemente con el muro defensivo de los eslovacos, que aprovechan la menor oportunidad de contraataque para llevar peligro a la meta defendida por Akinféev.

Los cambios ordenados por Advocaat le dieron más mordiente al ataque ruso, pero el orden defensivo de Eslovaquia resistió los embates de los dueños de casa.

A falta de cinco minutos para el final, Dzagóev lanzó un tiro libre desde unos 25 metros, pero Mucha conjuró el peligro con dos rechaces consecutivos. Con disciplina y aplicación, Eslovaquia consiguió resistir la carga rusa hasta pitido final.