Abalo enciende las alarmas del conjunto numantino

Hacía mucho tiempo que en el estadio del Numancia no se veía algo así. No sólo que el equipo encaje tres goles en la primera mitad, sino que además la gente recrimine a jugadores y entrenador la actitud. Adoleció el conjunto soriano de muchas cosas. Agresividad, iniciativa, contraataques, etc... Pero todo tiene dos caras, y es que mientras para los aficionados locales el partido era un auténtico esperpento los celtiñas estaban encantados. Con una auténtica autopista por el lateral izquierdo y todo tipo de facilidades en defensa los de Paco Herrera clavaron tres goles al Numancia del toque y buen fútbol.

Goles. Abalo se convirtió en protagonista junto con su compañero de baile David Rodríguez. Ambos se unieron para marcar, pase entre líneas y error garrafal de Dimas al regalar el balón a Rodríguez y éste al protagonista de la tarde, Abalo. Es cierto que lo intentó el Numancia, sobre todo, con la ocasión más clara al sacar Garai un balón debajo de palos de Boris, pero ni por esas los aficionados del Numancia cambiaron el gesto serio.

Unzué realizó un doble cambio para intentar mejorar la situación y lo consiguió, ya que el Celta no atacó tanto por banda izquierda si bien jugó al ralentí, conocedor del resultado. Aún con toda la segunda mitad por delante, el Numancia carecía de ocasiones, tan sólo un disparo raso de Barkero que atajó Falcón. Y en una sosa segunda parte se produjo una jugada muy recriminada por parte del Numancia, un balón que tocó Abalo, lo cogió Lafuente y el árbitro interpretó que era cesión, la jugada se resolvió sin consecuencias. Nadie se ofrecía en ataque salvo los recién entrados Cedric e Ibrahima.

La afición protestó

La afición del Numancia se caracteriza por ser de las más pacientes y calmadas. Por eso sorprendió ver como a los 17 minutos de partido se escucharon pitos. Los hinchas celestes, disfrutaron.