El conjunto balear vive una segunda juventud

Renovarse o morir", dice el dicho popular que el Mallorca ha aplicado a su nuevo modelo futbolístico. La nueva etapa iniciada tras el descalabro económico sufrido por la entidad tiene a la ciudad deportiva como centro de operaciones. Lorenzo Serra Ferrer quiere cambiar la filosofía; dejar el talonario de fichajes en un cajón para las grandes oportunidades y resucitar el vivero que el club ha desatendido los últimos años. La primera prueba de la nueva política la percibimos ante el Real Madrid, ya que seis jugadores menores de 24 años tuvieron minutos en el estreno liguero, algo inusual hasta la fecha. Cendrós y Pereira debutaron con la primera plantilla; N?Sue, Enrich y Pina repitieron la experiencia vivida en el pasado; y el canadiense Jonathan De Guzmán se estrenó con su nuevo equipo.

Además, casi la mitad del equipo ha pasado en algún momento por la cantera del club, en concreto, once de los veinticuatro jugadores. Prueba de ello es que en su once, Michael Laudrup, incluyó a cinco canteranos. El Mallorca sabe sacar provecho de la crisis que envuelve al fútbol en general, y que afecta a la entidad balear de manera más intensa, para vivir una segunda juventud.