LIGA BBVA | ATLÉTICO 4 - SPORTING 0
Jurado quiere seguir de fiesta en el Atlético de Madrid
Jurado se despidió del Calderón a los grande. Abrió el marcador y puso difícil su venta. Forlán sigue enchufado e hizo otros dos tantos, el Kun brilló y Simao cerró otra noche feliz para el equipo colchonero.
Qué continúe la fiesta. La euforia de la Supercopa de Europa se conectó con la Liga. Por fin el Atlético de Madrid empieza con buen pie la competición doméstica, ahora que llegan los títulos. Sí, parece que este equipo ha madurado y navega con viento en popa a toda vela. Son líderes, es la primera jornada, queda mucha tela que cortar, pero la moral, la conexión con la grada y obviamente los fichajes dan aire fresco a un equipo que ha sabido llevar su fiesta hasta el final. Porque el Sporting de Gijón, amante del balón, poco pudo hacer ante los chispazos incendiarios del conjunto rojiblanco.
La defensa parece apuntalada (incluso los veteranos se han contagiado), el centro del campo, sin arriesgar en exceso, conoce la calidad de los de arriba. Y los de arriba... los de arriba siguen siendo una pesadilla para cualquier rival. Lo vivió en sus propias carnes el Inter y el Sporting ha sido la última víctima. Ha sido el verano más tranquilo en cuanto ofertas para el Kun y Forlán y eso les ha venido de lujo. El argentino sigue creciendo y el uruguayo sigue a un nivel bestial. A ellos se acopla Simao, que fue reserva pero salió para poner el colofón con un auténtico golazo por toda la escuadra cuando el tiempo ya estaba cumplido. Y quiere mantenerse en la fiesta Jurado. Con los dos pies fuera del Atlético de Madrid, Quique mandó otro mensaje a la directiva alineándole de inicio y el de Sanlucar respondió con otro tanto de bella factura a los diez minutos de juego. Después se le vio activo y con ganas. A juzgar por las palabras de Cerezo al final del encuentro, el andaluz se ganó hoy el último aplauso del Calderón. En fin, el Supercampeón duerme en los más alto de la tabla y deleitando.
La fiesta empezó con algo de mal 'rollo' en el seno del Atlético de Madrid al ver a Jurado en el once inicial. A Cerezo no le debió sentar muy bien verlo sobre el césped mientras sobre su mesa hay una oferta de 15 millones del Schalke. Pero Quique arriesgó, o amenazó, y la jugada le salió a las mil maravillas porque, además de salir sano del encuentro, él encauzó el partido a los diez minutos con un golazo desde la frontal con un zapatazo seco al que nada pudo hacer Pablo. Si Quique da entrada a Jurado, con pie y medio fuera, y marca... Así es el Atleti, si algo puede traer morbo, sucede.
El tanto aturdió a un Sporting atrevido desde el inicio, como hace siempre el equipo de Preciado. Con las ideas bien claras y el ansia de balón. Pero al Atlético no le van tanto los rodeos. Son más de ir directos al grano, meter mano al primer descuido y buscar la gloria. Y así, sin enamorar (porque no le hacía falta), el Atlético se movió como un dandi en la 'fiesta de la Supercopa'.
Transiciones rápidas, óptimos cambios de juego y balones largos para buscar la rapidez de sus atacantes. Haciendo ese fútbol, los de Quique quisieron atenazar a los asturianos, pero a tanto no llegaron porque la filosofía sportinguista es la adecuada para no sentirse acosado y en caso de sufrir un revés, hay que levantarse con un único argumento, el balón. Así que empezó a mover el esférico para desentumecer y esperar las ocasiones, que casi siempre llegaron de las botas de Barral. El gaditano tuvo hasta tres oportunidades pero sus buenos movimientos no iban en consonancia con la efectividad. También asomó la cabeza un viejo conocido como es Miguel de las Cuevas.
Cuando el Sporting tuvo el aplomo suficiente sobre el césped del Calderón, el Atlético volvió por su senda con una genialidad del Kun, otra más para su videoteca. Agüero ha vivido el verano más tranquilo en cuanto a su futuro y eso parece haberle sentado de lujo. Se le ve fresco y con un añito más, que en su caso es una extraordinaria noticia. Y él lo demuestra cogiendo el balón desde el costado derecho, encarando a Gregory, Eguren llega en su ayuda, el Kun se mete entre los dos, sale Botía para acabar con la broma y el balón sale en dirección Forlán, que sólo tiene que empujar el esférico a la red. Y mientras tanto, la defensa del Sporting por los suelos. Si Ramírez Domínguez hubiera sido un poco estirado, habría apuntado el número diez en su bloc de goleadores en lugar del siete de Forlán.
El Atlético volvió a mostrar su lado individualista para desequilibrar el partido, pero los minutos que hubo entre el 2-0 y el descanso fueron de auténtico acoso rojiblanco. Ahora dominaba con descaro, movía el juego a su antojo y los de arriba bailaban al ritmo de una grada alborotada.
Golpe mortal de Forlán
El Sporting de Gijón aprovechó el momento del bocadillo en la grada para intentar meter un sustito a tiempo y conectarse al encuentro, pero a este equipo, igual que le sobra talento, le falta efectividad, un 'killer'. Diego Castro con un matador cerca haría disfrutar todavía más a la 'mareona' y mientras tanto Preciado se conforma con Sangoy, el del golazo al Atlético en el Colombino. Junto al argentino entró Nacho Novo. Barral y Carmelo enfilaron hacia el banquillo y sentados vieron como el Atlético hizo el tercero en tan solo unos segundos.
Un juego de paredes acabó con el balón cerca de la línea de fondo donde apareció Ujfalusi con disfraz de pura sangre para centrar por abajo y encontrar las botas del 'Cachavacha'. El Balón de Oro del pasado Mundial sigue en racha y ya suma dos goles, los mismos que Osvaldo, Joaquín y Konko. Pero el descanso es prioritario para Quique y Forlán tuvo el suyo a los 65 minutos, así también escuchaba a la grada jalear 'U-RU-GUA-YO'.
De ahí al final, el Sporting de Gijón no cejó en sus intentos y siguió buscando el arco rival pero sin fortuna. Por su parte, Quique, conocedor de la venta de Jurado, quiso poner en pie a todo el estadio (Preciado incluido) y que Jurado oyera sus últimos aplausos en el Vicente Calderón. Por él entró Simao, que también se quiso sumar a la fiesta con un golazo por toda la escuadra cuando el partido agonizaba. Sin duda, el mejor final para una fiesta que acaba con el Atlético en lo más alto de la tabla.