Baño Efesé en Chapín ante un Xerez asfixiado

Parecía ayer en Chapín que el Cartagena no había terminado su exitosa campaña pasada. La afición azulina, entusiasmada con el equipo que ha construido Emilio Viqueira, por cierto ayer homenajeado por los suyos, se tuvo que rendir a la evidencia de lo que se vio sobre el terreno de juego. Los Efesé se dieron un baño de goles en toda regla, animados también por jugar ante un club recién descendido de Primera que, de momento, tiene mucho camino por recorrer para dar respuesta a esas buenas sensaciones que trasmite. Falta trabajo, mucho, y dar fondo físico a una plantilla que ayer al menos pareció asfixiada.

Toché, que el año pasado anotó 19 goles, ha arrancado esta temporada de nuevo enchufado cara a la portería. Su sociedad con Víctor continúa vigente, pero no es sólo eso el equipo de Martínez. Al margen de la participación de Lafuente, la aportación de Toni Moral y de Botelho ha otorgado más calidad a un equipo que, por lo visto ayer en Jerez, puede ser capaz de pelear por todo.

Las dudas que podía tener el Cartagena quedaron pronto despejadas. Manejó el partido desde el principio, y ya en el 7' se adelantó en el marcador tras un buen centro de Víctor que remató, en posición legal, Toché. Los de Javi López gastaron la poca gasolina que de momento tienen en los minutos posteriores, y la respuesta llegó tras un patinazo garrafal de Botelho. Éste cedió el balón demasiado corto a Rebollo y Bermejo, que estuvo listo, se aprovechó de la situación para recortar al meta y marcar.

El gol local, sin embargo, sólo fue un espejismo. Ni hubo conexión entre Capi y Bermejo, y lo que es peor, la defensa demostró que de momento está muy verde y que apenas hay conjunción en ella. Es cuestión de tiempo, pero los azulinos no se deben dormir en los laureles, la categoría no perdona.

La exhibición del Cartagena se consolidó con la reanudación. A los azulinos la visita por el vestuario no les sirvió de mucho, ya que hizo falta sólo seis minutos (otra vez) para que Lafuente volviese a adelantar a su equipo. Botelho, en una jugada sublime, y de nuevo Toché, hundieron Chapín en su regreso a Segunda.