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BOXEO

Un boxeador puertorriqueño deja la prisión por unas horas para volver a un cuadrilátero

El púgil boricua lleva más de un año de inactividad al cumplir una condena en las cárceles de Ponce y Bayamón por quebrantar una orden de alejamiento de su esposa e hijos.

El puertorriqueño Alex 'el Pollo'' De Jesús será un ejemplo para los presos del mundo cuando el próximo sábado aproveche un permiso concedido para regresar al cuadrilátero mientras cumple una pena de cuatro años de prisión.

De Jesús, de 27 años, regresará a los cuadriláteros para enfrentarse a su compatriota José Ángel Román en un cartel que encabeza el campeón boricua Iván Calderón, que expondrá ante el mexicano Giovanni Segura su título de las 108 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en Guaynabo, ciudad aledaña a San Juan.

El púgil boricua lleva más de un año de inactividad al cumplir una condena en las cárceles de Ponce y Bayamón, donde se ha entrenado los últimos tres meses bajo la dirección de los técnicos Jim Pagán y José Rodríguez Boria. "Creo que soy un gran ejemplo para los confinados, y para los que me conocen, que saben que soy sencillo, humilde y noble. Estoy en lo claro y enfrentando la realidad", dijo De Jesús a Efe en una visita a la prisión 1072 de Bayamón, ciudad colindante a San Juan.

Su último combate fue el 20 de marzo de 2009. Fue su primera derrota. Con polémica perdió ante el argentino César René Cuenca. "Yo soy ''el Pollo'' ciento por ciento. Sé que por la falta de disciplina y responsabilidad no me convertí en campeón, pero sé que cuando salga de aquí lograré eso. El que me quiera ganar, me tiene que matar en la raya sin trampas", afirmó.

De Jesús, con un registro de 19-1, fue medallista de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de El Salvador, en 2002, y en los Juegos Panamericanos en Santo Domingo, en 2003, antes de ingresar el 8 de diciembre pasado en prisión por quebrantar una orden de alejamiento de su esposa e hijos. "Este reto para mí es bien grande. Nunca sabía que iba a estar aquí entrenando. No me arrepiento y agradezco a los que me ayudan, pero no es tan fácil entrenar en la cárcel", subrayó.

"La justicia está bien ciega"

Señaló que hay muchos injustamente detenidos porque "la justicia está bien ciega", como le ocurrió por querer visitar a sus hijos.

El púgil aceptó que violó la orden de alejamiento de su esposa, quien le acusó por violencia doméstica. "La libertad es algo bien bonito. El ser humano está hecho para ser libre. Pueden enjuiciar mi cuerpo, pero jamás mi mente y alma. ''El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra''", afirmó.

Al púgil boricua se le han concedido varios privilegios dentro de la prisión, como darle la oportunidad de correr al menos una hora en las mañanas y entrenar en las tardes de lunes a sábado.

También fue parte del equipo que representó a Puerto Rico en los Juegos Olímpicos de Atenas del 2004 junto a otros púgiles como el actual campeón mundial Juan Manuel ''Juanma'' López, Víctor Bisbal, Joseph Serrano y Carlos Valcárcel.

De Jesús debutó como profesional el 29 de enero de 2005 ganando por nocáut en el segundo asalto a Rafael Mesorama en Bayamón.

La oportunidad de que De Jesús regrese al cuadrilátero luego de su pelea del sábado dependerá de su desempeño contra Román, según dijo el ex campeón mundial Víctor ''Luvi'' Callejas, mediador entre el Departamento de Corrección y Rehabilitación de Puerto Rico y la empresa promotora PR Best Boxing.

Eso no ocurrió con el también boricua Waldemar Adorno, quien el 31 de octubre de 2007 se convirtió en el primer preso que peleaba en una velada oficial en Puerto Rico, aunque perdió su oportunidad al perder en el primer asalto ante el boricua Francisco Cabrera.

El combate formó parte del cartel ''Torneo de campeones OMB'' celebrado en el coliseo José M. Agrelot de San Juan.

Adorno, que entró al cuadrilátero junto a su hijo del mismo nombre, a quien no veía en varios años y vitoreado por la mayoría de los presentes, fue sorprendido por una avalancha de golpes de Cabrera en el primer asalto que lo llevó a una cuenta de ocho por parte del árbitro Roberto Ramírez.