Se declaró en rebeldía y la operación se aceleró

El Werder Bremen se entrenaba ayer a las 15:30 horas con la vista puesta en la previa de la Champions de hoy ante el Sampdoria. Cuando a las 14:05 horas Mesut Ozil se dejó ver por las oficinas del club alemán parecía que el fichaje por el Real Madrid se estaba enfriando. El jugador se mostró esquivo con la Prensa y no quería que le fotografiasen (ver imagen en la que está de espaldas delante de un ascensor). Salió de las oficinas a las 14:14 horas y lo máximo que llegó a decir a un periodista alemán fue: "No voy a hablar. Respeta mi decisión".

Por esa misma puerta que entró Ozil pasaban otros compañeros de equipo, como Pizarro. Todo hacía indicar que únicamente pasó por ese acceso porque iba a recoger unas entradas para el partido, ya que luego cogió su coche para ir al aparcamiento anexo al campo de entrenamiento. Pero la sorpresa saltó a las 14:20 horas, cuando salió a toda velocidad del estadio del Werder.

A las 14:35 horas se recluyó en su casa, en la calle Schwachhauser Heerstrasse. La bomba informativa estaba a punto de estallar. Mesut Ozil se había declarado en rebeldía y se presentó únicamente en el Weserstadion para comunicar en persona su decisión.

El futbolista no salió de su casa hasta las 19:00 horas cuando le vino a recoger su agente, Reza Fazeli. Un poco antes, cuatro paparazzis estaban apostados en la puerta de su casa con la única intención de sacar fotografías de la novia del jugador. Luego, el futbolista acudió otra vez a las oficinas del Werder. Allí hizo formal la despedida junto al mánager, Klaus Allofs. Mesut Ozil abandonó definitivamente Bremen a las 19:45 horas.

Schaaf: "Hemos perdido mucho"

El técnico del Werder Bremen, Thomas Schaaf, lamentó la pérdida del jugador. "La noticia de que se pudiera marchar no es nueva para nosotros. Es un jugador de una tremendísima calidad. Seremos menos fuertes sin él, pero ahora sólo me queda desearle suerte en su nueva etapa". La web oficial del Werder Bremen publicó ayer una noticia recogiendo las impresiones de todos sus compañeros sobre Mesut Ozil. Frings, el capitán, le defendió públicamente: "Era un momento complicado para todas las partes, pero había que entender a Mesut".