El Rayo ganó a Osasuna con un fútbol de Primera

El nuevo Rayo de la era Sandoval apunta maneras y no tuvo nada que envidiar a todo un Primera, Osasuna, que tardó demasiado en meterse en un encuentro con claro dominio local. Los franjirrojos obtuvieron como recompensa su trofeo, que se quedó en Vallecas cinco años después. Desde los compases iniciales, el Rayo quisó tomar las riendas del encuentro y el abismo que separa la máxima categoría de Segunda quedó fulminado.

Los rayistas comenzaron atacando, sin dar margen al rival, y sólo tardaron doce minutos en marcar, gracias a una jugada de estrategia. Juli no pudo rematar un córner botado por Lucas, pero Armenteros apareció para remachar a un toque. La presión no mermó tras el 1-0 y los franjirrojos continuaron con el balón y las ocasiones. Tanto es así, que, de no haber sido por Riesgo, la ventaja podía haber sido mayor. Fruto del empuje local, la defensa osasunista perdió un balón en el minuto 37, que recogió Movilla y fue Oier quien salvó el disparo in extremis.

Tras el descanso, la consigna siguió siendo la misma para los de Vallecas: no darse por satisfechos y Javi Fuego lo intentó en el 53. Fue ahí, cuando Osasuna despertó de su letargo y en el minuto 56 generó su primera ocasión del duelo: un disparo a bocajarro de Aranda que paró Cobeño. El portero volvió a ser el protagonista diez minutos después, al despejar una vaselina de Camuñas.

La ovación de la noche fue para Piti que, pese a no estar aún recuperado de su lesión, acarició el 2-0 en el último suspiro del encuentro.