Luca Toni deja el Trofeo Spagnolo en Génova

El fútbol sin goles no es cosa de pretemporada. Salvo que uno se pase por Italia, donde se premia la racanería y se aplaude el esfuerzo de gladiador. Si a eso se une que enfrente está Caparrós, un técnico con acento en el gusto defensivo, lo lógico es que el partido acabe como lo vivido ayer noche en el Luigi Ferraris: el único gol que se vio fue obra de un cazador solitario como Luca Toni. Le bastó al Genoa para ganar el Trofeo Spagnolo. El resto fue una colección de faltas (más de treinta en la primera mitad) y nula creatividad ofensiva. El primer disparo con intención del Athletic llegó....¡en los sueños de sus delanteros!

El Genoa fue un dominador sin magia. Todo el peligro que hizo el conjunto de Gasperini en el arranque llegó en balones laterales (casi todos desde el costado que defendía Aurtenetxe) que no encontraron rematador porque Ustaritz y Amorebieta hicieron bien su papel. Italia, el país de la pasta, vivió un partido que fue como una pizza sin queso.

En un Athletic sin Llorente, el ataque quedó en manos de Toquero y Muniain. Se buscaba la velocidad y la sorpresa, pero la zaga del Genoa, con dos líneas muy difíciles de superar, impidió que los puntas se manejaran con solvencia.

En el cupo de aciertos cabe resaltar que el Athletic estiró un cruce en el que siempre estuvo un cuerpo por detrás del Genoa, que en ocasiones dio la sensación de tirarse en avalancha a por los rojiblancos (que siguen empeñados en jugar la pretemporada con su segunda equipación, de color azul y blanca). Fue irse Ustaritz, que ató bien a Luca Toni, y llegar el gol del ex del Bayern.