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Supercopa de España | Ida | Sevilla 3 - Barcelona 1

Kanouté pone acento andaluz a la Supercopa

El Barcelona dominó de principio a fin durante toda la primera mitad y se marchó al descanso con ventaja en el marcador gracias a un gol logrado por Ibrahimovic tras un excelente pase al hueco de Maxwell. Tras el intermedio, todo cambió. El Sevilla fue despertando a medida que transcurrían los minutos del segundo tiempo y acabó siendo dueño y señor del partido. Luis Fabiano empató a falta de media hora para la conclusión y Kanouté marcó el segundo y el tercero en los 25 minutos que disputó. La vuelta, el próximo día 21 en el Camp Nou.

<b>DECISIVO.</b> Kanouté resultó decisivo con sus dos goles en la ida de la Supercopa de España.
DECISIVO. Kanouté resultó decisivo con sus dos goles en la ida de la Supercopa de España.Reuters

El Sevilla arrolló al Barcelona en una frenética segunda mitad en la que el equipo de Antonio Álvarez fue capaz de remontar el cero a uno adverso logrado en la primera mitad por Ibrahimovic tras un preciso pase al hueco de Maxwell. Los de Guardiola dominaron de principio a fin la primera mitad y merecieron irse al descanso con algún gol más de ventaja. Tras el intermedio, el Sevilla fue mejorando con el paso de los minutos y Luis Fabiano devolvió la igualada al marcador a falta de media hora para la conclusión. El malí Kanouté resolvió el partido con dos goles en tan sólo 25 minutos que permaneció sobre el terreno de juego. Así, el Sevilla viajará el próximo día 21 al Camp Nou para disputar el partido de vuelta de la Supercopa de España con una ventaja que podría ser suficiente para levantar su séptimo título en menos de un lustro.

Sevilla y Barcelona levantaron oficialmente en el estadio Sánchez Pizjuán el telón de la temporada 2010/2011 con el partido de ida de la Supercopa de España. El encuentro quedó algo deslucido desde que se conoció que los ocho campeones del mundo del Barcelona se quedaban fuera de la convocatoria de Pep Guardiola, incluido Valdés, que parecía fijo tras la lesión de Pinto. De este modo, y sumando la suplencia de Messi, Ibrahimovic y Bojan representaban el principal peligro del equipo culé en territorio andaluz. Los locales salieron con todo lo disponible, aunque con el fantasma de la posible venta de Luis Fabiano planeando sobre el coliseo hispalense. La revolución de Guardiola sirvió a los de Álvarez para quitarse de en medio a Puyol y Piqué y, sobre todo, para aumentar sus posibilidades de tener la pelota ante la ausencia de Xavi, Busquets e Iniesta.

Fue el conjunto visitante el que comenzó dominando el partido en todos los aspectos desde el pitido inicial. El equipo culé se hizo con el dominio de la pelota logrando hacer su habitual fútbol de toque aliñado con una presión asfixiante de Ibrahimovic y Bojan sobre la defensa sevillista cada vez que ésta intentaba sacar el balón jugado, lo que obligó a los de Álvarez a desechar la idea y no dejó más opción a Palop que sacar en largo para sacudirse esa presión a la que se estaba viendo sometido. Mientras tanto, la buena colocación de los jugadores azulgranas sobre el terreno de juego logró que el Barcelona no sufriera ningún sobresalto en el primer tramo del partido. Con el balón y sin prisas, el equipo de Guardiola era fiel a su estilo.

Poco después del cuarto de hora, el Barcelona se marcó una jugada que destilaba fútbol por los cuatro costados y que acabó significando la primera ocasión del partido en las botas de Bojan. Acto seguido, el Sevilla respondió con contundencia ante la ocasión culé con un buen disparo de Jesús Navas que despejó con solvencia el meta canterano Miño. Tras un primer cuarto de hora en el que las ocasiones de gol no existieron, la de Bojan y la de Navas fue la antesala del primer gol del partido. Tan sólo cinco minutos después, ya en el ecuador de la primera mitad, un excelente pase al hueco de Maxwell sirvió a Ibrahimovic para subir el primer gol del partido al marcador al rematar con la puntera de su pierna derecha y sorprender a Palop.

El gol no cambió en nada el partido. El tramo final de la segunda mitad transcurrió con el dominio claro del Barcelona, que ahogaba a su rival desde el inicio de cada una de sus jugadas. Al Sevilla le resultaba imposible salir con el balón controlado desde atrás y se vio obligado a sortear todos sus balones con despejes largos que caían una y otra vez en las botas de los jugadores azulgranas. Antes del descanso, Maxwell estuvo cerca de poner más tierra de por medio con el segundo tanto tras un pase de Dos Santos que finalmente el brasileño mandó cerca del palo derecho de Palop. El Sevilla se tuvo que conformar con un par de ocasiones más que no lograron finalizar con remates peligrosos.

Tras el intermedio, un cambio en cada equipo. En el Sevilla entró Cigarini en sustitución de un desafortunado Romaric, mientras que en el Barcelona fue Messi el que entró en juego ocupando el lugar de Ibrahimovic. Tras el primer aviso del jugador argentino, llegó la que era hasta ese momento la mejor ocasión del conjunto local. Un centro de Jesús Navas desde la banda derecha significó una ocasión pintiparada para Renato, que remató de cabeza a bocajarro ante un espléndido Miño, que volvió a acertar en el despeje cuando ya se cantaba el gol del empate en las gradas del Sánchez Pizjuán. El empate llegó cuando quedaba algo menos de media hora para el final. Un buen pase de Cigarini fue recogido por Luis Fabiano para colar el balón entre las piernas de Miño e igualar el choque.

Con la igualada de vuelta en el electrónico se efectuaron un cambio más en cada equipo, Renato y Dos Santos dejaron sus sitios a Kanouté y Thiago. El Sevilla logró por fin animarse y aparecer más en jugadas de ataque con algo de peligro, cosa que no había hecho durante los primeros sesenta minutos de partido. Ante la mejora de su equipo, Álvarez introdujo otro hombre de refresco en su delantera con el objetivo de lograr adelantarse en el marcador. Luis Fabiano dejó su puesto a Negredo. A la postre, el cambio resultó decisivo para el devenir del partido y de la eliminatoria. A los pocos minutos de su entrada en el terreno de juego, Negredo puso su firma a una precisa asistencia desde la banda derecha que acertó a convertir de forma inapelable Kanouté.

Todos los presentes en el estadio hispalense se daban por satisfechos con el 2-1 en el marcador, pero todavía quedaba la guinda del pastel. A pocos minutos del final, el Sevilla fue capaz de elaborar una bonita jugada, con taconazo de Jesús Navas incluido, que acabó con un perfecto remate de cabeza de Kanouté a centro de Perotti que subió el tercer gol local al marcador. El segundo tanto del jugador malí otorga a su equipo una ventaja considerable para el encuentro de vuelta.

Tras una primera mitad en la que el Barcelona dominó de principio a fin y pudo irse al descanso con algún gol más de ventaja, el Sevilla logró despertar a medida que pasaban los minutos del segundo acto para acabar siendo dueño y señor del choque y lograr la victoria, algo imprescindible para acudir con credenciales el próximo día 21 de agosto al Camp Nou para disputar la vuelta del que puede ser su séptimo título en menos de un lustro. El resultado obliga al Barcelona a remontar la eliminatoria en su estadio para no empezar con mal pie la nueva temporada.