El Alcoyano da un repaso a un Cartagena muy flojo

El Cartagena salió escaldado de su visita a El Collao. No era un partido oficial, pero la afición local se tomó revancha de aquel ascenso albinegro a costa de los blanquiazules hace trece meses. Su equipo, el Alcoyano, superó con creces a los de Juan Ignacio y en la segunda mitad incluso la grada coreó el ¡olé, olé! viendo la facilidad con la que los alicantinos movían la pelota ante un pobre Cartagena.

El único gol albinegro, como todas las acciones de peligro visitantes, llegó a consecuencia de un fallo defensivo. El Cartagena no tenía ni siquiera lucidez para crear y eso que Juan Ignacio ofreció una alineación que bien podría ser un once inicial de un partido de Liga. Gato empató rápidamente para los blanquiazules y a partir de ese momento el panorama cambió radicalmente. Al descanso se llegó con tablas pero con el paso de los minutos la balanza se decantaría a favor de un Alcoyano que era meramente superior.

Apareció Olcina, que firmó los dos goles con los que el cuadro de Paco López se terminó llevando el partido y en el bando portuario sólo el veterano Víctor, que entró en la segunda parte, tuvo la suficiente casta como para echarse el equipo a sus espaldas. Pero era él contra todo un equipo y, como es lógico, el marcador ya no se movería.

Juan Ignacio volvió a realizar experimentos típicos de pretemporada y el capitán Mariano Sánchez jugó en el centro de la defensa. El resultado no fue ni mucho menos el deseado aunque la mala imagen de todo el Cartagena no se puede achacar únicamente a esta decisión. Fue una mala noche para los costeros, y una dulce fecha de revancha (aunque sea simbólica) para un Alcoyano que todavía sigue luchando por salir de Segunda B.

Boudjema y Julien, ocasión desperdiciada

Dos hombres siguen a prueba en el vestuario de Juan Ignacio. Por un lado el francés Boudjema, que estuvo tan gris como el resto del equipo. De otro, la gran esperanza para el mediocentro: el pivote franco-portugués Julien. Al final, ni uno ni otro aprovecharon la ocasión para consolidarse como apuesta de futuro. Julien viene avalado por su trayectoria en Segunda B pero van dos partidos seguidos sin demasiado brillo.