Cazorla ha vuelto

Juan Carlos Garrido ya tiene muy claro qué equipo iniciará la competición oficial en la eliminatoria previa a la Europa League. Ese once es el que jugó la primera parte del encuentro en Londres frente al Tottenham. Un conjunto con los Bruno, Senna, Cazorla, Cani o Rossi y con la presencia de alguno jóvenes de la cantera. Por ese motivo, el técnico utilizó el choque de ayer frente al Lechia Gdansk polaco para darle más protagonismo a los futbolistas que contaron con menos minutos en Inglaterra. Una nueva oportunidad para que las jóvenes perlas amarillas demostraran que su nivel y su rendimiento es el necesario para las exigencias del Villarreal.

Sin embargo, la primera parte no fue ni mucho menos la que se vio en White Hart Lane, aunque los chavales sí que lograron controlar el partido. Pero lo hicieron con un punto menos de chispa y velocidad, lo que complicaba romper la línea defensiva rival. Así, a pesar de su dominio, las ocasiones llegaban muy de tanto en tanto y sin ser claras. Tan sólo las apariciones de un motivado Montero, que con su velocidad y su calidad en el uno contra uno intentó romper la monotonía en el juego, animaban a los amarillos, junto con los remates de David Fuster. Daba la sensación de que el choque estaba controlado, pero en el minuto 35 y de forma inesperada, el Lechia se adelantó en el marcador. Fue con un saque de esquina que entró prácticamente de forma directa en la portería de un Xavi Oliva que pagó muy cara su indecisión. Además, ese tanto local descentró a los jugadores amarillos, que perdieron la posesión y el domino del balón.

Salto de calidad.

El segundo periodo arrancó con la entrada de Cazorla y Borja Valero, cuyo objetivo no era otro que intentar recuperar la posesión del balón. Algo que sucedió con rapidez y que se tradujo, además, en mayor verticalidad. Eso se empezó a traducir en ocasiones, con llegadas al área de Marcos Ruben y Hernán Pérez, que se toparon con el guardameta local. Pero tras un cuarto de hora de dominio, las cosas se equilibraron y los polacos volvieron a visitar el área del Villarreal. Y, sobre todo, otra vez a pelota parada, donde por tres veces estuvieron cerca de hacer el segundo. Garrido volvió a mover el banquillo para dar entrada a algunos 'pesos pesados' como Bruno, Ángel y Rossi. Y los cambios volvieron a decantar el partido a favor del Submarino, que empezó a disfrutar de nuevo de varias ocasiones.

Fue así como llegó el empate, en la mejor jugada del partido. Una acción que nació en las botas de Ángel, pasó por Rossi y culminó Cazorla con un derechazo a la escuadra para firmar un 1-1 que hacía justicia a la reacción de los amarillos. Una igualada que a pesar de que desde ese momento el dominio del Submarino fue claro y las llegadas se sucedieron, ya no sufrió ninguna variación.