Florentino: "No es un adiós, sino un hasta luego"

El Palco de Honor del Santiago Bernabéu ha acogido hoy el acto de despedida de Raúl González Blanco como jugador del Real Madrid. Acompañado por Florentino Pérez, Jorge Valdano y con la presencia de los veteranos del club, el presidente tomó la palabra para decir adiós al gran capitán y agradecerle su dedicación al Real Madrid.

Con un discurso pronunciado desde la sinceridad y pleno de emotividad, el presidente ha exaltado los valores humanos del que ya es un mito del club, y le ha expuesto como ejemplo de lo que deben representar todos los jugadores del Real Madrid.

Este mítico estadio ha sido testigo de páginas inolvidables de nuestro club. Está repleto de emociones y gestas apasionantes, y, precisamente aquí, hoy vamos a vivir un momento emocionante. Muchos hombres forman parte de la leyenda del Real Madrid, y son muchos los que han dejado su huella. Muchos han logrado consquistar aquí la gloria, el respeto y el cariño de esta afición. Dentro de este conjunto de hombres extraordinarios Raúl posee un don indiscutible, el de responder al código sagrado de los principios de este club. Con su entrega Raúl se ha ganado la devoción de una afición que, esté donde esté, siempre le considerará uno de los suyos.

Conocí personalmente a Raúl hace diez años, cuando llegué a la presidencia en el año 2000. Ese día comprobé que su autoexigencia iba más allá de cualquier lógica. Confieso que uno de mis sueños es que los jugadores que llegan al Real Madrid encajen en el legado que Raúl nos ha dejado en este tiempo. Dentro y fuera del campo él responde a todos los valores del madridismo, y confieso que siempre me ha producido orgullo el respeto que hacia él han tenido todos sus rivales.

El currículum de Raúl es para muchos lo más destacado y relevante de su carrera. Es cierto, no es fácil ganar lo que tu has ganado, pero al número de trofeos que has conquistado (más propio de un club que de una persona), debes añader algo más: la conquista y el reconocimiento del aplauso de los aficionados que en cualquier lugar del mundo se declaran raulistas. Raúl es el dueño de su destino, pero él sabe que no hablamos de un adiós, sino de un hasta luego.

Raúl, allá donde estés, juegues donde juegues, la del Madrid es tu camiseta, su escudo es tu escudo, su afición es la tuya, y esta casa es tu casa.

Gracias por todo Raúl, no te olvidaremos porque no queremos olvidarte.