Europeo Sub-19 | España 3 - Italia 0
Nace una nueva suerte: la 'Ezequinha'
Ezequiel patentó contra Italia un lanzamiento de penalti inédito al disparar con el pie de apoyo
Parecía todo inventado en el arte del penalti, pero desde ayer existe una nueva patente. Sólo los genios son capaces de sacarse de la chistera trucos con los que asombrar a todo el mundo, aunque sean juveniles, y uno de ellos es Ezequiel Calvente. El pequeño extremo del Betis entró ante Italia en el panteón de los grandes lanzadores con un tiro inédito, mezcla de su picaresca y de las posibilidades que te ofrece encarar un balón parado a once metros de un portero que defiende su guarida.
En una acción que sigue pareciendo casi imposible de ejecutar cada vez que se ve repetida, el futbolista español golpeó la pelota con el pie teóricamente destinado al apoyo en el golpeo, el zurdo, y sorprendió de este modo a un guardameta que esperaba un disparo con la pierna que por detrás debía dibujar el arco con el que imprimir la potencia, la derecha.
¿Antideportivo? Esas milésimas de segundo que van desde la pisada con un pie hasta el golpeo con el otro se convirtieron en algo insalvable para Colombi, que cuando quiso reaccionar ya tenía la pelota dentro y sin saber muy bien cómo. De ahí que su instinto le llevara a echarle en cara a Ezequiel la picardía con la que resolvió su penalti, cuando en realidad era el momento propicio para ser engullido por la tierra. El resto de jugadores transalpinos también quisieron comérselo.
Pero no sólo ellos fueron los sorprendidos. El propio Luis Milla reconoció tras el encuentro que "no esperaba una ejecución de este tipo" y compañeros como Pacheco sabían que "en los entrenamientos los ensaya, pero la duda era saber si tendría el atrevimiento de hacerlo en un partido". Una invención única y extraordinaria que puso el colofón a un partido completísimo de La Rojita. La cantera español, ese criadero de artistas, ya tiene otro genio: Ezequiel.
Suplicó a Milla para tirarlo
Ezequiel fue objeto de la falta en el penalti que él mismo transformó con maestría. Nada más levantarse del suelo, pidió por favor a Milla que se lo dejara tirar. Incluso tuvo que convencer a Rochina y Muniain de que era su oportunidad. Tenía preparado un lanzamiento único.