Laporta debería responder con avales si hay deuda

Mientras acaba de perfilar su salto definitivo a la política, Joan Laporta, ex presidente del Barcelona, anda un poco inquieto. Sabe que Sandro Rosell será fiel a su palabra y compromiso con el socio y que denunciará, si es que se confirman, las irregularadades económicas que tuvo la caja fuerte del Camp Nou en el último ejercicio. Desde hace unos días, la prestigiosa empresa de auditorias KPMG está revisando uno por uno los documentos que se quedaron en los despachos. Pese a que aún es pronto para sacar conclusiones, las primeras valoraciones vendrían a ser contradictorias a las explicadas públicamente por Xavier Sala (ex tesorero de la entidad) y por Joan Oliver (ex director general) el pasado 30 de junio, último día de su mandato en el club azulgrana. Entonces confirmaron que el club tendría unos beneficios de once millones de euros, cosa que tranquilizó al equipo directivo recién llegado. Pero lo dicho, parece que las primeras sensaciones serían más bien diferentes y en caso de confirmarse los números negativos (en unas semanas se ofrecerán los resultados), la Junta saliente deberá responder a las pérdidas con un aval (aún no presentado), pero que una sentencia les ordena a hacerlo en breve. Lío al canto. Si el meticuloso estudio de KPMG ofrece números negativos y el Barça tiene cuantiosas pérdidas, Laporta y sus colaboradores deberán hacer frente a las mismas con su patrimonio personal, algo que a más de uno no le haría nada de gracia, pero la ley está para cumplirla. Veremos qué sucede.